ABC – 19/07/14
· Rotundo fracaso de la enorme operación de propaganda de Mas con cargo al contribuyente.
La posibilidad de una Cataluña independiente de España no suscita el menor respaldo internacional. La ofensiva propagandística para recabar apoyos en el exterior que ha llevado a cabo la Generalitat de Cataluña no ha logrado ningún éxito significativo, a pesar de todo el dinero que ha dedicado a ello.
En Europa y fuera de ella, las pretensiones de los independentistas han sido ignoradas a veces de forma muy ostentosa. La canciller alemana Angela Merkel no es la primera ni la única personalidad internacional que afirma claramente que no le gusta la idea de aceptar la ruptura por parte de una región sin respetar los procedimientos legales. Ningún gobierno importante ha hecho siguiera una leve señal de asentimiento y las instituciones europeas han advertido con todo tipo de formulaciones que en cualquier caso, una hipotética Cataluña independiente se quedaría fuera de la UE.
Portazos
El presidente de la Generalitat ha dejado de ser recibido por líderes extranjeros desde que su posición respecto a la consulta hace que estrechar su mano pueda ser interpretado como un apoyo a sus pretensiones. Pero la señal más evidente de que no puede esperar apoyos exteriores a su aventura fue la gélida respuesta a la carta que envió a finales del año pasado a todos los dirigentes europeos, para informarles de las pretensiones de los partidos partidarios de la celebración del referéndum sobre autodeterminación.
El presidente de la República Francesa, que después de la misma España sería el país más concernido por lo que pueda suceder en Cataluña (y que en estos momentos tiene un primer ministro de origen catalán), no respondió, pero sus portavoces recordaron que su postura sigue siendo la que este había expresado en su visita oficial a Madrid: «Cataluña es una región de España, por lo tanto es un tema interno de España y es competencia de su soberanía exclusivamente; no tengo nada más que comentar al respecto».
El presidente de la Comisión Europea José Manuel Durao Barroso respondió a través de sus portavoces diciendo que «no corresponde al papel de la Comisión dar su punto de vista sobre un acontecimiento político y un referéndum» que pertenece al ámbito de las «autoridades nacionales y la situación jurídica» de España y que «es un debate de España». Barroso había dado ya un portazo a Mas en Bruselas en septiembre al rechazar reunirse con él. El ex primer ministro portugués también ha explicado de todas las formas posibles la poca gracia que le hace a las instituciones europeas un proceso de autodeterminación que sentaría un precedente. Por eso la Comisión ha recordado que la doctrina jurídica en la UE es que se trata de una unión de estados; es decir, que un nuevo país debería reclamar su adhesión como tercero y seguir el camino hasta el eventual ingreso, pasando por una decisión unánime de los países miembros.
El que va a ser su sustituto al frente de la Comisión al menos durante los próximos cinco años, el luxemburgués Jean-Claude Juncker, dijo en una entrevista a ABC que compartía «la opinión de la mayoría en las Cortes españolas y, creo también, de la mayoría de los españoles, de que no es el momento de infligir a España una división innecesaria. Además, los que creen que Europa aceptaría, sin más, a una Cataluña independiente se equivocan profundamente».
Otro dirigente político que sabe de lo que habla, porque es nacionalista flamenco, el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, se ha pronunciado también en contra de las ambiciones separatistas, tanto en España como en su propio país, Bélgica. Hablando de los casos de Escocia y de Cataluña declaró en una entrevista a la cadena SER que «espero obviamente que la independencia no se produzca, ni en España ni en otros países, y que todo el mundo siga siendo miembro de su país y su país miembro de la UE». En una rueda de prensa en La Moncloa confirmó que los tratados dejan claro «que un país que se proclame independiente de otro debería pedir forzosamente su ingreso en la UE».
Obama
Fuera de Europa, tampoco han tenido éxito las maniobras de la Generalitat a pesar de los esfuerzos de agencias como «Independent Diplomat». Aunque un ejemplo de respuesta rotunda por parte de Washington es la que un portavoz oficial dio por escrito a una petición popular realizada por internet: «Los Estados Unidos reconocen la singular cultura y tradiciones de la región catalana, pero consideran que el estatus de Cataluña es un asunto interno español. Estamos seguros de que el Gobierno y el pueblo de España resolverán esta cuestión de acuerdo con sus leyes y la Constitución».
ABC – 19/07/14