EL MUNDO 08/10/13
· Los nacionalistas e ICV desdeñan la propuesta y el PSC la tilda de «tibia».
La propuesta de tercera vía de Alicia Sánchez-Camacho no cuenta con apoyos en Cataluña fuera de su partido. Partidos nacionalistas como Convergència Democràtica de Catalunya (CDC) y ERC la rechazaron por poco creíble y tardía; el PSC la consideró «tibia», e Iniciativa dejó claro que una propuesta de financiación «no puede sustituir» a la consulta soberanista.
El secretario de Organización de Convergència, Josep Rull, en vez de rechazar de plano la propuesta de la líder del Partido Popular (PP) catalán, le puso condiciones imposibles de asumir. En concreto, afirmó que para que se inicie un diálogo entre la Generalitat y el Gobierno, éste debe retirar la ley Wert–que los nacionalistas ven como un ataque a la inmersión lingüística en catalán en las aulas– y enmendar sus propios Presupuestos Generales del Estado.
Rull hizo alusión al documento de «agravios» que la Generalitat presentará esta semana para reclamar al Gobierno que cumpla en las cuentas del Estado con sus compromisos con Cataluña. «Sobre la base de negar la realidad es imposible un diálogo franco y fructífero. Es muy difícil avanzar en esa línea si no se resuelve todo un reguero de incumplimientos», dijo sobre la propuesta de Sánchez-Camacho.
Convergència, que mantiene una dura pugna con Unió Democràtica en cuanto a la intensidad de sus reivindicaciones, no está dispuesta a aparcar la consulta soberanista que Artur Mas ha prometido a cambio de ninguna contraprestación.
El partido ofreció ayer dos nuevas evidencias de que su hoja de ruta secesionista no ha cambiado: recordó que CiU ya rechazó la propuesta de Sánchez-Camacho en el Pleno del Parlamento catalán la semana pasada –la presentó como propuesta de resolución– y anunció que CDC ha llegado a un acuerdo con Reagrupament, el partido del ex consejero de ERC Joan Carretero, para asociarse e «impulsar un proceso de transición nacional que acabe con la independencia de Cataluña». La dirección de Unió ni siquiera fue consultada sobre este asunto.
La portavoz de ERC, Anna Simó, tampoco se tomó muy en serio la oferta de Sánchez-Camacho de un nuevo modelo de financiación para Cataluña. En su opinión, la propuesta «no es creíble y llega tarde porque ahora los catalanes quieren decidir su futuro».
Con un argumento que recuerda al que Mas ha usado algunas veces, Simó advirtió de que «Cataluña ya ha pasado página con respecto a los modelos de financiación». «Parece que ahora, siete años después de que recogiera firmas contra el Estatuto, para el PP catalán la ordinalidad es clave, pero no sirve de nada», añadió.
En cuanto a los socialistas, que sí están a favor de una tercera vía entre el inmovilismo y la independencia, no se mostraron tan duros. En opinión del portavoz del PSC, Jaume Collboni, la propuesta «es excesivamente tibia», pero aún así «el Gobierno de CiU debería sacar provecho» de la supuesta voluntad del PP de negociar.
Collboni consideró «imprescindible» una nueva financiación, pero insistió en que la relación entre Cataluña y el resto de España no mejorará sólo con dinero, a la vez que instó a Convergència i Unió (CiU) a tener en cuenta «la vía del medio, la del acuerdo», que, según él, gana terreno en Cataluña.
Los dirigentes de ICV-EUiA intentaron por su parte dejar claro que ninguna propuesta puede sustituir a la consulta independentista, a la que ellos dan apoyo, aunque tienen mayores dudas en cuanto a la opción que elegirían. El coordinador general de Izquierda Unida en Cataluña, Joan Josep Nuet, afirmó que la oferta de Camacho puede ser «un freno o una distracción» para el «derecho a decidir». La coordinadora de ICV, Dolors Camats, añadió que el PP no tendrá «credibilidad» hasta que haga una propuesta concreta.
EL MUNDO 08/10/13