Editorial, LIBERTAD DIGITAL, 30/9/11
El PSOE y sus jueces ya han permitido que los batasunos vuelvan a ocupar ayuntamientos, y hasta la Diputación de Guipúzcoa. Parece que ahora estén preparando el terreno para que penetren en el Congreso.Sin duda, el deseo de que el terrorismo de ETA acabe y no volvamos a sufrir atentados es compartido por la mayor parte de los españoles. Pero, como en tantas otras cosas –el pleno empleo, la existencia de la crisis…–, parece que los socialistas prefieren confundir deseos y realidades. Y como ha sucedido en el ámbito económico, tomar decisiones en función de una realidad que, sencillamente, no existe es la mejor receta para el desastre.
Patxi López ha afirmado que «el terrorismo ha terminado» y, bajo esta premisa, ha propuesto que se acerque al País Vasco a los presos etarras. Más bien parece que, queriendo cambiar la política penitenciaria, esté buscando una excusa poderosa, aunque sea falsa. Porque ETA sigue siendo una banda terrorista en activo; la tregua que ha declarado es una más dentro de su larga historia de utilización de este tipo de parones en su sanguinaria actividad para mejor reorganizarse.
Los socialistas apoyan la idea de que ETA es ahora más débil que nunca y que, por tanto, esta vez será la definitiva. Pero ya nos contaron eso antes, y Zapatero ya nos habló de lo bien que estaríamos… un día antes del atentado de la T-4: que no nos intenten hacer creer que tienen una capacidad especial para predecir qué hará esa banda de asesinos en el futuro inmediato. ETA está debilitada, sí, pero gracias, entre otras cosas, a que nuestros policías y guardias civiles no se la toman con tanta ligereza como el jefe del Gobierno autonómico vasco.
Años y años de terrorismo nos han servido para comprobar que la solución siempre ha sido de orden policial; que con una defensa firme del Estado de Derecho, sin atajos, se podía y se puede acabar con ETA por la única vía aceptable moral y políticamente: derrotándola.
El PSOE y sus jueces ya han permitido que los batasunos vuelvan a ocupar ayuntamientos, y hasta la Diputación de Guipúzcoa. Parece que ahora estén preparando el terreno para que penetren en el Congreso.
Editorial, LIBERTAD DIGITAL, 30/9/11