En medio de los debates sobre la llamada ‘apertura democrática’ del gobierno kurdo, crece la curiosidad por la experiencia española. Antes de la decisión del Tribunal Constitucional de cerrar el Partido pro-kurdo Sociedad Democrática (DTP) ha aumentado el interés por la decisión del Tribunal de Derechos Humanos a favor de España en el cierre de Batasuna.
Después de décadas trabajando como diplomático para el Ministerio de Asuntos Exteriores de Turquía, el antiguo diplomático Akin Özçer ha cogido la pluma y ha tomado posesión de su segunda carrera, ésta como escritor.
Ózçer, que pasó un tiempo como embajador de Turquía en España y se retiró en 2006, ha escrito dos libros sobre política española y frecuentemente se le pide que hable sobre cómo trata España el separatismo vasco.
En medio de los debates sobre la iniciativa del gobierno kurdo, actualmente llamada apertura democrática, ahora hay más curiosidad sobre la experiencia española. Antes de la decisión del Tribunal Constitucional de cerrar el Partido pro-kurdo Sociedad Democrática, o DTP, ha aumentado el interés en la decisión del Tribunal Europeo de los Derechos Humanos a favor de España en el cierre de Batasuna (llamada inicialmente Herri Batasuna) el partido del grupo separatista ETA.
El interés de Turquía por el caso español no es nuevo. Apareció por primera vez a mediados de los 90, cuando las actividades terroristas del ilegalizado Partido Popular del Kurdistán, o PKK, alcanzaron un pico. Ózçer estaba trabajando en la embajada turca de Madrid. “Entonces ya me interesaba sobre los temas de separatismo en España. Y entonces algunos en Turquía empezaron a hablar sobre el modelo vasco”, dijo. Todavía no interesaba, pero los errores de la dirección de los debates en el modelo vasco impulsaron a Özçer a investigar al respecto.
En 1994, el Tribunal Constitucional de Turquía decidió cerrar el Partido pro kurdo Democracia, o DEP, y sus diputados fueron encarcelados. Un proceso similar se inició en España después de sus elecciones generales. “Durante la campaña electoral, Herri Batasuna hizo publicidad en televisión con declaraciones de miembros de ETA”, recordó Özçer. ETA, que está catalogada como organización terrorista por la Unión Europea y los Estados Unidos, ha matado a más de 800 personas en su lucha armada para conseguir la independencia de la región vasca.
La fiscalía española inició un proceso para cerrar el partido argumentando que estaban haciendo una campaña para la organización terrorista, dijo Özçer.
“Turquía había sufrido una intensa crítica internacional por haber cerrado el DEP. En Turquía, algunos pensaban que España estaba haciendo lo mismo pero no estaba siendo criticada como Turquía”, dijo. Özçer dijo que muchos periodistas vinieron a España con esta perspectiva.
Según Özçer, Onur Öymen, que entonces era subsecretario del Ministerio de Asuntos Exteriores, compartía la misma perspectiva errónea. Öymen, que ahora es parlamentario del partido de la oposición Partido Popular Republicano, o CHP, ¬¬¬había estado en España. Como subsecretario, pidió opinión de la embajada de Turquía en Madrid.
“Escribí un mensaje muy largo a Ankara para explicar que, en realidad, no había muchas similitudes entre las dos situaciones”, dijo Özçer.
Para empezar, la ley española no incluía ningún artículo permitiendo el cierre de un partido. “Su constitución no tenía ningún artículo sobre el cierre de partidos”, dijo Özçer. La ley de partidos se remonta a 1978 no preveía en ningún artículo el cierre de partidos; al contrario, regulaba las actividades de los partidos políticos. “Las leyes sólo posibilita el cierre de fundaciones y asociaciones paramilitares”, dijo Özçer.
Durante el proceso legal, los fiscales españoles trataron de encontrar a los responsables de autorizaron la aparición en televisión de los responsables de ETA. Como no pudieron identificar a la persona, las 23 que presidían el partido fueron condenadas a penas de cárcel. Sin embargo, el Tribunal Superior rechazó la decisión.
Otra diferencia importante era que la defensa del separatismo no era ilegal en España siempre y cuando no utilizara la violencia como recurso. Ya había partidos en la región vasca que defendían abiertamente la independencia a través de la confederación. “Los partidos legales, como el Partido Nacionalista Vasco, defendían el derecho de autodeterminación y no fueron sometidos a ningún examen legal por hacerlo”, dijo.
La Embajada de Turquía en Madrid no recibió respuesta a su largo mensaje sobre las profundas diferencias entre el caso español y el turco.
“Sin embargo me dí cuenta de que en un momento del discurso del Ministro turco de Asuntos Exteriores en la Asamblea General de las Naciones Unidas, había un mensaje entre líneas defendiendo que mientras que Turquía había sido criticada por su lucha contra el terrorismo no se había hecho nada contra España. Nadie había tenido en cuenta nuestro mensaje. Yo estuve muy molesto. Así que decidí escribir un libro para mostrar cómo el caso español difiere del caso de Turquía”, dijo Özçer.
Empezó a escribirlo en 1997. Pero conseguir imprimir “Historia del nacionalismo vasco en la política española” no fue una tarea fácil a causa de la burocracia del Ministerio de Asuntos Exteriores turco. “Algunos se opusieron diciendo que esto abriría la vía para que los diplomáticos españoles escribieran sobre el nacionalismo kurdo” recordó Özçer. Sin embargo, gracias al apoyo del entonces diputado subsecretario del embajador, Uluç Özulker, los dos volúmenes del libro se imprimieron en 1999. “En el libro no hay una comparación directa con Turquía, pero quienes lo lean despacio entenderán la diferencia”, dijo.
“Sadly Öymen todavía compara hoy Turquía con España con una perspectiva errónea”, dijo. “Creo que es un insulto para España”. Las prácticas antidemocráticas de Turquía han sido comparadas con España, lo que indirectamente da a entender que España no es una democracia, lo que es un error, según Özçer que domina el español.
Nueva ley de partidos en España.
El cierre de Batasuna en 2003, el partido político afín a ETA, tampoco puede ser comparado con el reciente cierre del DTP, dijo Özçer.
Özçer estuvo en España entre 1994 y 1998, pero ha seguido el desarrollo de la vida política española incluso después de dejar el país. En 1998 ETA decidió deponer las armas, y con pocas excepciones todos los principales partidos políticos de la región vasca unieron su fuerzas en pro de una salida pacífica al viejo problema en un proceso llamado Lizarra. Sin embargo, ETA decidió volver a la lucha armada en 2000 cuando el proceso fracasó. “”Entonces el gobierno, liderado por José María Aznar, con la cooperación de los socialistas, aprobó una nueva ley permitiendo el cierre de partidos en caso de que apoyaran la violencia y el terrorismo”, dijo Özçer.
Batasuna fue ilegalizado en 2003 con esta ley. El partido recurrió al Tribunal Europeo de Derechos Humanos argumentado que el gobierno español violaba la libertad de expresión y de asociación. Sin embargo, como el gobierno español demostró los vínculos orgánicos entre Batasuna y ETA, el tribunal de Estrasburgo falló a favor de España.
“Pero una de las principales diferencias con España era que, mientras Batasuna y los partidos que le siguieron fueron cerrados, sus representantes en los gobiernos regionales y municipales continuaron sus trabajos porque se consideraba que habían sido elegidos democráticamente. En este caso, la sanción es contra el partido no contra sus miembros”, dijo Özçer, que cree que el Tribunal de Estrasburgo fallará a favor del DTP.
Una de las preguntas planteada en Turquía es por qué los kurdos, especialmente los del sudeste, no protestan contra la violencia del PKK como el pueblo vasco que, en el pasado, organizó grandes manifestaciones para protestar contra el terrorismo de ETA. “Es un respuesta sencilla. España es una democracia. La gente es libre para pedir la independencia siempre y cuando no apoye la violencia. Así que incluso quienes querían la independencia fueron a la calle para protestar por el terrorismo”, dijo, argumentando que, evidentemente, ese no es el caso de Turquía.
Ha habido un acalorado debate en Turquía al respecto de conceder la amnistía a los miembros del PKK y al respecto de si una organización terrorista como el PKK debería ser vista como la contrapartida para resolver la cuestión kurda.
En este sentido, es interesante fijarse en la experiencia española. Según Özçer, el pacto firmado en 1988 llamado Ajuria Enea es muy crítico en este sentido. “El artículo 9 establece que quienes depongan definitivamente las armas tendrán derecho a participar en la vida política. El artículo 10 determina que los problemas políticos serán resueltos por los partidos políticos. Las soluciones serán adoptadas por los líderes elegidos, lo que significa que ETA no es considerada como contrapartida. Pero los miembros de ETA que quieran contribuir a la solución primero deberían deponer las armas y después entrar en la política”, dijo Özçer, añadiendo que la ley de amnistía del código penal turco es deficiente. “Si hubiera sido realmente buena, ya habría producido efectos”.
El Gobierno ha gestionado mal la iniciativa kurda, dice Özçer. “En realidad, la iniciativa kurda significa más democratización. Y lo que se debe hacer es obvio. El Gobierno debería proponer una lista de reformas democráticas, empezando por modificaciones de la Constitución” dijo.
En relación con las conversaciones sobre el modelo español, dijo que no hay un modelo específico en España.
“España es una democracia. Tú sólo tienes que aprobar principios democráticos; esa es la clave”, dijo Özçer, añadiendo que Turquía carece de la madurez política de España. “Yo ni siquiera cuento el Partido del Movimiento Nacionalista, o MHP. Pero las opiniones aprobadas por el CHP son tristes” dijo. Mientras tanto, todavía quiere seguir siendo optimista sobre Turquía.
“Pasaron años para España llegara a éste estado. Acabo de leer el libro de Narcís Serra, “La transición militar”, donde sostiene que sólo en 1989 se consiguió la normalización de las relaciones militares-civiles”.
HÜRRIYET DAILY NEWS, 8/1/2010