Lo de Filesa debió llamarse ‘caso Barbero’

Es principio razonable para las almas prudentes escoger la antorcha más potente para iluminarse el camino, así que comprenderá el lector que yo me haya arrimado decididamente a Patxi López. El portavoz del PSOE en el Congreso salió ayer a la opinión pública justamente cabreado por la citación de Pedro Sánchez como testigo ante el juez Peinado el próximo día 30. Por lo visto, el juez quiere preguntarle por los asuntos de su señora, ya que ésta no quiso contestarle.

Y Patxi, espléndido ejemplar de intelectual alternativo, bautizó el asunto que nos tiene tan ocupados como ‘caso Peinado’. Bien hecho. ¡Cómo se equivocó Pilar Ruiz Albisu al vaticinar que él acabaría llamando a las cosas por los nombres que no son! Acertó plenamente López al rebautizar lo que la fachosfera llamaba ‘caso Begoña’. Hay que lamentar, en todo caso, que el PSOE no haya tenido siempre a Patxi López como portavoz para deshacer infundios. La gente generalmente informada tiende a creer que el primer partido condenado por financiación ilegal fue el PSOE (caso Filesa, Malesa y Time Export). Alguna mente preclara debió rebautizarlo como ‘caso Barbero’, por el juez que instruyó aquella infamia. Marino Barbero ya había dado muestras de su mal carácter al negarse a jurar los Principìos del Movimiento para acceder a la judicatura, aunque sin necesidad de jurarlos pudo acceder a la cátedra de Derecho Penal de la Universidad de Murcia en 1963, y llegó a juez por el 4º turno en 1986. También se supo que tituló su lección inaugural ‘Contra la pena de muerte’ justamente el año en que se condenó y ejecutó al comunista Julián Grimau y a los anarquistas Joaquín Delgado Martínez y Francisco Granado Gata. ¿Son o no son ganas de provocar?

¿Y qué decir de los Eres que tan afortunadamente han venido a desactivar el presidente del Constitucional y su benéfica mayoría adjunta? En rigor debería llamarse ‘caso Alaya’ para vergüenza permanente de la juez que se atrevió a manchar en sus autos los nombres y las famas de dos presidentes inmaculados del PSOE, Chaves y Griñán.

Afortunadamente, a Peinado ya le han ajustado las cuentas la prensa amiga y el partido, como antes había hecho con Barbero y Alaya. Tengo para mí que pecaron de timoratos porque no sacaron todas las conclusiones que permitía el luminoso hallazgo de los dos carnés de identidad. Los usó para sus compras inmobiliarias, ciertamente, pero ¿por qué no apurar las conclusiones? ¿Se han molestado en comprobar si el juez es bígamo? En caso afirmativo habría que concluir que ha podido llegar a esa condición gracias a sus dos carnés y sus dos identidades.

No hay caso de los golpistas catalanes; es el caso Llarena. O caso Marchena, depende del momento que comentemos.

Hay otro factor a destacar: La Fiscalía española ha sido la primera entre todas las Fiscalías europeas en dos asuntos relevantes: al rechazar el auto del juez Peinado en el que declaraba investigada a Begoña Gómez; nunca antes había pasado con ninguna otra persona investigada. Tampoco se había visto que el Ministerio Público planteara un recurso contra la citación por el juez de un testigo, sea el presidente del Gobierno o Perico en de los Palotes, dicho sea sin ánimo de señalar. Hay lugares  a los que siempre  llegamos antes con el sanchismo. Otro día hablaremos de los periodistas.