No hay empate, Sánchez pierde por goleada

Por más que se empeñen en La Moncloa en decir que, con el escándalo de Cristóbal Montoro y su trama corrupta de ‘guante blanco’, han conseguido empatar con el PP el partido de la corrupción, lo cierto y verdadero es que Pedro Sánchez pierde por goleada. Y va de mal en peor con riesgo incluido de que el presidente del Gobierno acabe imputado en el Tribunal Supremo si finalmente cualquiera de los tres protagonistas del viaje de Peugot, Ábalos, Cerdán y Koldo, decidiera ‘cantar’ ante el juez para aligerar sus respectivos y pesados horizontes procesal y penal.

Lo que se vislumbra en la decisión del Tribunal Supremo de mantener a Cerdán en prisión, el lugar donde pueden acabar Ábalos y Koldo cuando la UCO entregue al magistrado toda la documentación recuperada en el registro del ordenador de Santos Cerdán en Ferraz, y en los dispositivos electrónicos que confiscaron en la casa de José Luis Ábalos en Valencia.

Y a no perder de vista las posibles aperturas de juicio oral contra el Fiscal General del Estado, Álvaro García Ortiz, y de la esposa y el hermano de Sánchez, Begoña Gómez y David Sánchez.

Romper la coalición

Y todo ello cuando los socios parlamentarios de Sánchez ya empiezan a romper la coalición como se vio en la votación del decreto sobre ‘el apagón’, y se abren tensiones en el Gobierno entre los ministros Robles y Bolaños en disputa por las competencias de Seguridad.

Y tampoco está claro el debate de la ‘financiación singular’ de Cataluña a la que se oponen notorios dirigentes del PSOE, que no acaba de satisfacer a ERC y que Junts ha calificado de insuficiente. Mientras Puigdemont exige ahora a Sánchez que le entregue la alcaldía de Barcelona, una vez que empieza a asimilar que la Ley de Amnistía quedará empantanada en el Tribunal de la UE y que el Tribunal Supremo no le va a permitir al prófugo regresar a España sin ser detenido.

Crece la idea de que en el otoño político entrante la estabilidad parlamentaria del Gobierno, sin Presupuestos desde 2022, va a entrar en claro riesgo de explosión.

Y todo ello cuando crece el enfrentamiento entre ERC y Junts y entre los socios de Podemos y Sumar lo que se empieza a reflejar en las encuestas electorales, algunas de las cuales pronostican que a Sánchez -que dice estar ‘fuere’- le va a costar mucho alcanzar la cota de los 100 escaños.

El espejismo del ‘empate’ en la corrupción con el caso Montoro le ha durado al PSOE en el campo mediático apenas un par de semanas mientras crece la idea de que en el otoño político entrante la estabilidad parlamentaria del Gobierno, sin Presupuestos desde 2022, va a entrar en claro riesgo de explosión.

Se sospecha que en La Moncloa y, a través de discretos intermediarios, han tomado contacto con el ‘trío del Peugot’ para ofrecerles ‘dádivas’ económicas y ayudar a sus familias y pagar sus abogados

Como cabe la posibilidad de que, en caso de que avance la ‘singularidad’ del cupo fiscal para Cataluña, es posible de que varios barones del PP abran una secuencia de elecciones regionales en Andalucía, Castilla León y Madrid para demostrar la imparable decadencia electoral del PSOE y el principio del fin del régimen autocrático y corrupto del poder de Pedro Sánchez.

El presidente del Gobienro tiene ya demasiado plomo y suciedad en la alas y no podrá levantar el vuelo en el arranque del curso político del otoño en el que se va a enfrentar a distintos y muy variados problemas. Entre los que ahora se incluye la necesidad perentoria de que Ábalos, Cerdán y Koldo no canten ante el juez. Por lo que se sospecha que en La Moncloa y, a través de discretos intermediarios, han tomado contacto con el ‘trío del Peugot’ para ofrecerles ‘dádivas’ económicas y ayudar a sus familias y pagar sus abogados, siempre que continúen en silencio procesal y no impliquen al Presidente.

Lo que le debería animar a Ábalos a realizar una discreta confesión ante un notario de todo lo que conoce de Sánchez como advertencia y en prevención de lo que le podría pasar

El mismo Sánchez que, cuatro años después y desde el 11/7/2021, continúa sin explicar por qué cesó a José Luis Ábalos en el ministerio de Transportes y como secretario de organización del PSOE. Un Ábalos que podría aclarar los rescates de las compañías áureas de Air Europa (y su conexión con Begoña Gómez) y Plus Ultra (del entorno de Zapatero), el caso de la escala en Madrid de la venezolana Delcy Rodríguez, la financiación del famoso viaje del Peugot, posiblemente con dinero del negocio de prostitución de Sabiniano Gómez, suegro -fallecido- de Pedro Sánchez, e incluso aportar datos sobre la financiación irregular del PSOE.

De manera que Ábalos se ha convertido en un ‘coche bomba’ que amenaza a Pedro Sánchez y que podría acabar confesando ante el juez del Tribunal Supremo si, tras las nuevas y esperadas revelaciones de la UCO acaba en prisión. Lo que le debería animar a Ábalos a realizar una discreta confesión ante un notario de todo lo que conoce de Sánchez como advertencia y en prevención de lo que le podría pasar. Porque hay mucho en juego y gente dispuesta a todo para impedir que el ‘coche bomba’ de Ábalos pueda estallar.