- Es un viejo adagio que el separatismo parece haber olvidado
8TV emite en Cataluña con la licencia que antaño detentara el Grupo Godó, y en la actualidad propiedad del italiano Nicola Pedrazzoli. Es, debemos advertirlo, un canal solo apto para corazones intrépidos, porque allí están en comandita desde Pilar Rahola al ex director de TV3 Vicent Sanchis, de Artur Mas –sí, sí, el que nos metió en el quilombo– al indultado golpista Rull, del ex portavoz de Junts y hombre perseguido por el CNI en patinete Eduard Pujol, a la sazón ex director de RAC1, emisora también propiedad de Godó, a Santiago Espot. El estilo es el mismo del ya desaparecido Canal Catalá, también del italiano: debates vulgares, repetitivos, rancios y broncos, demagogia y más demagogia, un sesgo nada disimulado hacia el separatismo más descarnado y feroz y el viejo truco de convocar a dos constitucionalistas para que separatistas, podemitas y algún sociata los vapuleen entre grandes aspavientos y visajes.
‘El Circ’, de 8TV, es un First Dates pero con la chorrilla al aire. ¿Cómo se conjugan el griterío chirriante de una Rahola cada vez más desquiciada y el morcillamen al descubierto?
Le faltaba algo al condumio, el erotismo. Ya tienen en parrilla un programa de señoras empoderadas que, para demostrarlo, la mayoría aseguran ser bisexuales, usar un repertorio de juguetes eróticos infinito y jactarse de sus propias experiencias. Pero, insistimos, faltaba ese punto canalla que desde Canal Catalá se ofrecía, no en vano Pedrazzoli era el rey de los Call Center, estando especializado en llamadas de alto voltaje o de adivinación. Recordemos que el mítico Sandro Rey era la star de las noches en aquel canal con su clásico «Bendiciones y buenas noches». Bueno, pues ya lo tienen en el formato nocturno «El Circ», presentado por un Frank Blanco al que no podíamos predecir tan funesto destino desde aquellos lejanos tiempos de adolescente en los que hacía pellas para irse a Radio Mollet. Blanco es buen tío y también buen profesional, digámoslo todo. Ha sido presentador de muchos programas radiofónicos y televisivos, Zapeando, verbigracia, pero la suerte no le ha acompañado y ahora está en 8TV presentando un programa que quiere y no puede ser un Crónicas Marcianas. Y le han endilgado una sección en la que alguien en pelota picada tiene que escoger entre dos otras personas también como su madre los trajo al mundo pero, ¡ah!, con la cara tapada. Un First Dates pero con la chorrilla o el zafarique al aire. ¿Cómo se conjugan el griterío chirriante de una Rahola cada vez más desquiciada y el morcillamen al descubierto? Tarea difícil para quien cree en la frase de Josep Pla «Solo los tontos enseñan el culo y la cartera». La cartera es notoria, porque todos esos personajes no se mueven por cuatro duros, créanme. Y el culo lo ponen anónimos concursantes a mayor refocile del discutiblemente respetable público porque todo es igual de zafio, vulgar, ordinario y carente de talento, tanto las tertulias como el parrús. A eso han llegado, a hacer converger supremacismo y gente en pelota picada. Es un canal privado y pueden hacer lo que les dé la gana, pero no deja de ser curioso que Pedrazzoli, que cuando tenía el Canal Catalá declaró que quería hacer una Intereconomía separatista y al que se le negó por parte del CAC su primer intento de compra de la tele que ahora tiene, fracasando en sus intentos de exportar el modelo a nivel nacional, viéndose obligado a vender la licencia al grupo El Punt-Avui y desapareciendo prácticamente del mundo, haya vuelto con esta astracanada.
Sé de qué hablo. Servidor acudía en ocasiones a las tertulias políticas del antiguo canal. Pura supervivencia, como supongo que hace Frank. De algo hay que vivir. Pero está muy por encima del papel que le han dado. Muy por encima.