
El desconocido Antxon, arriba a la izquierda, Otegi abajo. Al primero no lo conocía con el segundo no iba a pactar.
Nueva revelación sobre esto que funge de presidente del Gobierno, Pedro Sánchez Pérez-Castejón. Ayer sabíamos por El Español que Sánchez se reunió en 2018 en un caserío cercano a Bilbao con Otegi para pactar los términos de la moción d censura contra Rajoy. La reunión la organizó Antxon Alonso y a ella fue junto a Koldo y Santos Cerdán. A Koldo, con el que recorrió España en el Peugeot y que le llevó a pactar con Otegi, solo lo conocía anecdóticamente. Nunca pactaré con Bildu, ¿recuerdas? Pero lo que es aún más relevante, cuando le preguntaron en la comisión del Senado por Antxon Alonso, respondió: “No lo conozco, que yo recuerde”. Esta negación es delictiva; estaba obligado a decir la verdad.
Esta ha sido una semana de pasión para Silvia Intxaurrondo. Empezó con su toma de posición a favor de Santos Cerdán y sus comisiones. Hay un video cuyo visionado induce la sospecha de que sea obra de inteligencia artificial: “Esto de la comisión vamos a abordarlo ahora. Una comisión reflejada por contrato no tiene por qué ser una comisión ilegal. Hay gente que estará escuchando y diga: oiga, yo he firmado comisiones y la comisión no tiene por qué ser ilegal. Luego tenemos la tarjeta de crédito o de débito de Servinabar. Si Santos Cerdán es uno de los propietarios de la empresa no es ilógico que tenga una tarjeta y tampoco es ilógico que le paguen un piso de alquiler. Entonces, en estos tres casos ¿dónde está la duda de la UCO? La UCO en su informe habla ¿de comisiones o de comisiones ilegales, comisiones o mordidas? El daño reputacional que se puede hacer si no se dice si la comisión es ilegal, es tremendo.”
No tengo para olvidar la primera intervención que vi de esta chavala. Fue en ETB, en compañía de Pradilla, un periodista batasuno que le gustaba mucho a Pablo Iglesias. Entrevistaban al entonces juez Fernando Grande Marlasca. Lo primero que pensé fue “qué guapa es esta chica”. Lo segundo, en cuanto empezó a hacer preguntas, fue: “pero qué idiota”, porque estuvo en plan huelebraguetas del entrevistado. Su único interés parecía la inclinación sexual de Fernando Grande.
Nada me hacía presumir entonces la degeneración que había de experimentar el entrevistado y que andando el tiempo se pondría a la altura o a la bajura de esta moza. Ha circulado un video, de tres o cuatro segundos, en el que se ve al ministro del Interior pasándose la lengua por los labios mientras entorna los ojitos, relamiéndose, para terminar juntando los morros en plan besito para alguien de la bancada de enfrente o para todo el grupo al que pertenece. Búsquenlo y verán un gestito asqueroso. Tenía razón el popular Rafael Hernando al decir que confunde el Congreso de los Diputados con la sauna de Sabiniano. Las desgracias nunca vienen solas porque la Intxaorrenda entrevistó a Miguel Tellado sobre la condena al fiscal general y sufrió una humillación dialéctica inenarrable. Busquen en Google ‘Silvia entrevista a Tellado’ y lo verán.
Ahora, tonta, tonta, lo que se dice tonta, la vicepresidenta segunda, en video que ofrecía Carlos Cuesta: Yolanda se pronunciaba en contra de legislar contra las mayorías sociales -hablaba el otro día la presidenta del número de pobres Yolanda Díaz encuentra 100 millones de pobres en una España con 46 millones de habitantes. Desde aquello de los panes y los peces no se había visto otra: 100 millones de pobres con 47 millones de habitantes. No cabe duda de que nuestros pobres les cunden mucho. Este nivel de estupidez no es solo un mal nacional. La energúmena que preside Mexico, dio una lección de Matemáticas para progres que acercaba a X Iván Espinosa de los Monteros. Estaba en campaña contra las bebidas azucaradas y dijo: “Si consumes un bebida azucarada de 600 litros… Por cierto, ¿cuánto cuesta una bebida? Ah, 25 pesos… Entonces, 25 por 3… 650, sí? Pues si dejas de consumir una… digos dos! Pues ya ahorras”.
Y last, but not least, se celebró ayer el medio siglo del ascenso de Juan Carlos de Borbón a la Jefatura del Estado a título de Rey, un hecho verdaderamente relevante en la recuperación de las libertades. La transición se la debimos a tres hombres fundamentalmente: al Rey emérito, que fue su impulsor y ¡qué sorpresa! A dos hombres que habían sido ministros secretarios generales del Movimiento: Torcuato Fernández Miranda y Adolfo Suárez González. Hay un momento clave, cuando el Rey le dice a Torcuato: quiero que seas el presidente del Gobierno y él responde: Nada me gustaría más, pero le voy a ser mucho más útil como presidente de las Cortes. Y así fue. La transición no habría sido lo que fue si las Cortes hubieran estado presididas por mi paisano, Alejandro Rodríguez de Valcárcel. Luego, el Rey le pidió a Torcuato: quiero que en la terna que me propongas para elegir al presidente, incluyas a Adolfo Suárez. Y así fue como empezó todo.
Es verdaderamente lamentable que Pedro Sánchez, después de proponer la conmemoración del sábado se ausentara, también que Santiago Abascal dejara solo al Rey porque no quería compartir espacio con Sánchez y que solo asistiera Núñez Feijóo. Pero lo peor de todo fue que excluyeran a Juan Carlos de la celebración pública de un hecho que él fue protagonista. Le admitieron en una comida familiar, en la intimidad. Creo que no lo sentaron junto a Letizia. Soy muy crítico con la deriva del emérito en materia de tías y de pasta, a la vejez viruelas, pero él fue el artífice de la etapa más larga en democracia y prosperidad que ha tenido España en toda su historia. De los once años de reinado de Felipe VI, ejemplares en general, éste me ha parecido el peor de sus errores.