No son los muertos de Merkel

ABC 21/12/16
EDITORIAL

LA confirmación de que el atropello masivo en el mercado navideño de Berlín fue un atentado ha aumentado la presión sobre Angela Merkel. Sobre todo después del desconcertante proceder de la Policía alemana, dando por hecho que el refugiado paquistaní detenido en los alrededores del lugar del crimen fue el autor de la masacre, para después ponerle en libertad por orden de la Fiscalía federal. El embrollo (y el error) alcanzó a la propia canciller que por la mañana anunciaba que se había detenido al presunto responsable. La comunicación fue tan caótica que rozó el ridículo y no hizo otra cosa que aumentar el desconcierto de los ciudadanos cuando se alertó de que el asesino real podía haber estado acompañado por otros terroristas cuando perpetró el ataque.

Lo que sí parece incontrovertible es que el conductor polaco del camión fue asesinado a tiros y su vehículo fue introducido deliberadamente en la zona peatonal para causar el mayor número posible de muertos, siguiendo las indicaciones de Daesh de provocar masacres con un escaso esfuerzo de preparación y de medios materiales, como sucedió en Niza el pasado 14 de julio. En este sentido, el atentado es casi mimético al de la Costa Azul. De hecho, la organización criminal reivindicó también la autoría de la matanza.

Para la extrema derecha, este ataque es una nueva excusa para cargar contra la canciller. «Estos son los muertos de Merkel», llegó a decir el líder de Alternativa para Alemania, sentencia que hace el juego a los terroristas y de la que en España hubo una versión similar no menos injusta tras el 11-M. De un atentado no hay más responsables que el autor que lo comete y la organización que lo instiga. Conviene tener claro este principio para no emponzoñar la vida política y social.