«No teníamos ni para las coronas de los entierros»

EL MUNDO 04/08/13
ENTREVISTA CARLOS ITURGAIZ

Pregunta.– Mariano Rajoy se centró el jueves en admitir su error al creer a Luis Bárcenas, pero dejó claro que no dimitirá ni convocará elecciones. ¿Cree que ha acertado?
Respuesta.– Ha hecho lo que debía: aliviar a los cargos y votantes del PP, porque la oposición, con debate o sin él, iba a seguir con el mismo raca-raca. Rajoy ha dicho que se equivocó. Ha estado muy convincente.
P.– Se excusó por haber creído a Bárcenas hasta que se descubrieron sus cuentas millonarias en Suiza. Pero después le envió mensajes de afecto y diciéndole: «Hacemos lo que podemos». ¿Le parecen aceptables?
R.– En los SMS no hay delito penal. Un mensaje a una persona que ha trabajado contigo 30 años y sabes que va a ir a la cárcel… Es humano decirle «ánimo» a quien va a pasar por lo que Bárcenas. Más que hablar de los SMS, deberíamos investigar por qué Bárcenas ha dado tres versiones diferentes.
P.– ¿Vive el partido el momento más delicado desde su fundación?
R.– Uno de los más delicados. Pero hemos pasado momentos muy difíciles. Que no se olvide que ETA intentó cargarse al partido. Intentó matar a José María Aznar, que salió vivo por los pelos; ha matado a concejales del PP a lo largo y ancho de España…. Si ETA no pudo con nosotros, Bárcenas tampoco va a poder.
P.– Bárcenas entregó al juez la carpeta Bilbao, en la que se refleja que el PP vasco transfirió a Madrid al menos un millón de euros procedente de donaciones y comisiones pagadas por empresarios, que después volvía aparentemente blanqueado a Euskadi, entre 1999 y 2005. ¿Usted consintió o conoció la existencia de una contabilidad B en el PP vasco?
R.– Jamás. Falso. No hubo nunca una contabilidad paralela, ni B, ni Y ni Z en el PP vasco. El PP vasco era, como ahora, hiperdependiente del PP nacional en lo relacionado con sus finanzas. Pero si no teníamos ni para coronas para enterrar a nuestros compañeros. ¡Estábamos como para financiar al señor Bárcenas!
P.– El primer periodo de esas anotaciones coincide con el inicio de una campaña de captación de dinero para pagar la seguridad privada de los concejales amenazados por ETA.
R.– El secretario general, Álvarez-Cascos, dijo que el PP había gastado 2.000 millones de pesetas en seguridad. E hicimos, por petición del coordinador general, Ángel Acebes, una cuestación pública nacional para pagar la seguridad del PP vasco.
P.– ¿No pudo recaudar ese millón en donaciones anónimas?
R.– Había una cuenta de donaciones porque es obligatorio. Las pequeñas venían al País Vasco. Y si alguien daba una mayor se le dirigía a Madrid. Las donaciones por seguridad iban a Madrid, que era quien ataba y desataba esa cuestión. Sospecho que mucho de ese dinero para la seguridad, de los que con muy buena fe apoyaron al PP y a la democracia mientras nos asesinaban, está hoy en las cuentas suizas de Bárcenas.
P.– Dice que las donaciones pequeñas sí se recibían en el País Vasco. ¿A cuánto podían ascender?
R.– No lo recuerdo, imagino que serían ridículas. No teníamos dinero para nada. Un ejemplo: Madrid tuvo que enviarnos dinero para colocar unas vallas metálicas que impidieran quemar la sede del PP en Amurrio, que era atacada cada dos por tres.
P.–Usted ha sido contundente en la nota en la que muestra su confianza en la honradez de todos los anteriores dirigentes del PP vasco.
R.– Sí, sí. Era una injusticia tan flagrante y la acusación tan ruin…
P.– ¿Se sintió señalado por sus compañeros cuando les trasladaban a María San Gil y a usted cualquier responsabilidad?
R.– Fueron declaraciones desafortunadas, injustas. Yo diría que causadas, según me dijeron la propia Arantza Quiroga y Borja Sémper, por malinterpretaciones de algunos medios. Por mi parte está aclarado.
P.– ¿Qué declaraciones?
R.– Que teníamos que dar «explicaciones», cuando las mentiras no se comentan. Lo que es falso es falso.