EL MUNDO – 03/01/16
· Faes realiza su primer balance del 20-D junto al catedrático Francisco Llera, que apunta a que muchos votantes de PP y PSOE se quedaron en casa y a que el PP no dio respuesta a la crisis.
La Fundación para el Análisis y los Estudios Sociales (Faes) que dirige el ex presidente José María Aznar ha realizado un primer análisis del resultado electoral, en el que ha contado con la participación de Francisco Llera, catedrático de Ciencia Política de la Universidad del País Vasco. En formato de vídeo y publicado en su página web, el secretario general de Faes, Javier Zarzalejos, realiza una larga entrevista a Llera donde ambos aportan su visión de lo sucedido el 20-D y desgranan tres interesantes conclusiones. Una, que una parte del voto tradicional de PP y PSOE se ha quedado en casa y que no todo lo explica la subida de Ciudadanos y de Podemos. Dos, el fallo de populares y socialistas en la campaña al negarse a plantear reformas políticas e institucionales. Y tres, la obligación del PP de abrirse y del PSOE de llegar a acuerdos para cumplir con el mandato de los electores.
Según Zarzalejos, los resultados del 20-D son «como una gran cebolla, con muchas capas, de la que sólo hemos comenzado a levantar las primeras». Para el catedrático vasco, se trata de un balance «denso, complejo» pero «no tan sorprendente». Los dos coinciden en que no ha existido tanta volatilidad y en que se deben empezar a revisar las teorías sobre el voto oculto.
Llera comienza su reflexión con los datos de participación que, dice, ha sido «modesta» porque se han movilizado los volátiles y probablemente una parte de los nuevos votantes que se han decantado por los nuevos partidos, pero «se ha desmovilizado una parte muy importante del voto popular y del socialista». La volatilidad, sostiene, es el 30% que suponen Ciudadanos y Podemos.
El PP, señala Francisco Llera, ha perdido un tercio de sus apoyos pero el PSOE se ha quedado con el 50% de sus votantes porque la referencia, apunta, no es 2011 sino 2008, cuando se produjo su mejor resultado. «Todos ese electorado no ha ido a Podemos ni a Ciudadanos, está en la abstención». Y lo mismo, añade, en el PP. «Una parte importante del electorado del PP y del PSOE no se ha entregado a los nuevos actores, sino que se ha quedado en la sala de espera». Eso, dice, es el diferencial de participación que no se ha alcanzado.
Zarzalejos coincide con la existencia de esta desmovilización y en que «no todo se justifica con el terreno que haya podido comerles Ciudadanos (al PP) y Podemos (al PSOE)». En su opinión, en la base de lo que ha sucedido está que ambos partidos se han desprendido de sus definiciones ideológicas. El PP, según el secretario general de Faes, por su estrategia de rigor en la competencia económica para llegar a una audiencia más amplia. El PSOE, sostiene, porque «Zapatero agota la agenda de la izquierda para una buena temporada y no tiene una alternativa económica clara».
Mientras, los dos partidos que, «a falta de trayectoria en la gestión» se han centrado en un «relato político» con un importante «contenido ideológico», son quienes han conseguido atraer a los nuevos votantes.
El catedrático de Ciencia Política de la Universidad del País Vasco, también fundador y director del Euskobarómetro, considera que Mariano Rajoy ha hecho una campaña «defensiva de su gestión», que es, afirma, lo que tenía que hacer. Aunque añade que tanto PP como PSOE presentaban el flanco débil de los efectos de la crisis. El PP porque no se puede pedir a los afectados únicamente paciencia. «No basta con eso». El PSOE porque está asociado al principio de la recesión y carece de crédito como alternativa a la política del Gobierno.
A esta debilidad de los grandes partidos Llera suma dos circunstancias más: el «hándicap» de la corrupción y que «ninguno de los dos ha dado la importancia necesaria a la crisis política e institucional». «No han demostrado suficiente agilidad en el programa reformista, teniendo en cuenta que muchos de los problemas de la gestión económica tienen un trasfondo institucional y la crisis institucional es anterior a la económica». «No han sabido dar respuesta a ese problema», insiste Llera, que incluye la corrupción en la ausencia de una respuesta regeneradora. Los nuevos actores –asevera– no se han ganado un hueco, se lo han dejado libre los viejos partidos.
A este análisis Zarzalejos contesta preguntando si las elecciones tienen un elemento «depurativo», si «ponen el contador a cero» y estos problemas de PP y PSOE caducan. La conclusión de Llera es que no. «Al PSOE, después de haberle castigado la gestión del 2008 al 2011, lo han vuelto a castigar». «Tanto al PP como al PSOE en las próximas elecciones, según lo que hagan a partir de ahora, les pueden premiar o castigar de nuevo». «Los pecados están ahí, o respondes, o te volverán a pasar factura».
El catedrático de Ciencia Política piensa que no estamos ante la formación de un gobierno ordinario, sino ante una reforma del sistema desde el consenso. Su tesis es que PP y PSOE tienen que recuperar una agenda de Estado, que esto es lo que el 20-D han dicho los votantes. Cambiar sin romper nada. Zarzalejos comparte también esta lectura: «Los ciudadanos han hecho un traje a los políticos, vamos a ver si son capaces de llevarlo». Llera insiste en la idea y dice que es obligada «una política de gran coalición». «El PP sólo tiene un camino, abrirse o no abrirse», aseguran ambos, pero el dilema lo tiene el PSOE.