EL MUNDO – 15/02/15
· Empresaris de Catalunya advierte de queel PIBcaería al menos un 11% y las compañías se irían.
El pulso por la independencia que aún mantienen el Govern y su socio preferente, ERC, preocupa a buena parte del empresariado catalán. Desde Empresaris de Catalunya, su vicepresidente, Josep Bou, denunció ayer a Efe «lo que muchos empresarios catalanes no se atreven a decir», esto es, que si Cataluña se independiza algún día de España como mínimo verá reducido su PIB en un 11%, habrá muchas deslocalizaciones y el paro superará el 30%.
«Ya somos casi 500 afiliados entre pequeños, medianos y grandes empresarios de muchas comarcas. Y nos proponemos ser su voz, esa voz silente que existe en Cataluña de la gran mayoría de empresarios que no se atreven a decir según qué cosas. Porque tenemos unos mandatarios que han dicho sí a la independencia, pero los empresarios decimos que no, que de ninguna de las maneras», explicó este empresario del sector de la alimentación.
Según los cálculos de la entidad, «el gran mercado que Cataluña tiene con el resto de España, de 45.000 millones de euros, se perdería en una gran porción por un asunto emotivo y los inversores extranjeros, entre invertir en Europa o fuera de Europa, lo tienen muy claro».
«Todo esto acarrearía una caída del PIB enorme. Tenemos un estudio elaborado por economistas que nos da una caída del PIB de entre el 10,7% y hasta del 20 %. Pero es igual, España desde 2008 hasta ahora ha perdido siete puntos de PIB y casi ha triplicado el paro. Imaginemos la parte baja, la parte que admiten ellos, un 11 %. Esto supondría más del 30 % de paro», agregó.
En todo caso, Bou recordó que el problema en Cataluña viene de lejos, de «35 años de gobiernos nacionalistas», pues no sólo responsabiliza de la actual situación a CiU, sino también a los socialistas.
La asociación no es la única que levanta la voz. El presidente de la Cámara de Comercio de Reus, Isaac Sanromà, reclamó en declaraciones a este diario «estabilidad» para el empresario. «El escenario actual no ayuda. Somos respetuosos, pero nos preocupa esta indefinición con la que no contábamos. Nos desconcierta el tacticismo de los partidos que debían liderar y nos provoca fatiga».
Para Saromà, «parece que el proceso lo justifica todo, incluso la caída de las inversiones». «Tenemos la impresión de que muchas veces se ha convertido en la mejor excusa: nos quieren vender que si fuésemos independientes habría más inversiones y eso es marear la perdiz. Lo primero es gestionar bien el presupuesto», señaló, para añadir: «Entendemos que se pierden inercias. Por ejemplo, el debate sobre las elecciones de septiembre frena la capacidad de estrategia y de generación de recursos. Es una pérdida de tiempo valioso.
EL MUNDO – 15/02/15