EL CORREO 30/05/2013
· Grupos de encapuchados, que la Policía vincula con la izquierda radical, provocan daños y pintan lemas anticapitalistas en sucursales bancarias de Bizkaia y Gipuzkoa.
«Kapitala erre (Quema el capital)». Esta pintada ha aparecido en apenas cinco días en las fachadas de dos entidades bancarias atacadas por grupos de encapuchados en Bizkaia y Gipuzkoa. Son dos ejemplos de los episodios de violencia callejera que Euskadi ha registrado en la última semana bajo la apariencia de protestas de perfil económico en vísperas de la huelga general convocada hoy por los sindicatos abertzales.
Sin embargo, las fuerzas de seguridad han advertido que este repunte de los incidentes viene de los últimos dos meses y están convencidos de que, detrás de ellos, se encuentra la mano de grupos vinculados a la izquierda abertzale radical, tal y como desveló recientemente este periódico. La sucesión de ataques registró ayer un incremento significativo con una decena de acciones de kale borroka en unas pocas horas en diversos municipios vascos.
El suceso más grave se produjo en Ondarroa, donde un grupo de encapuchados actuó de forma «coordinada» para reventar los cajeros y las cristaleras de cuatro bancos. Los asaltantes, armados con piedras y mazas, desarrollaron el ataque en apenas unos minutos en las sedes de La Caixa, Laboral Kutxa, BBVA y BBK de la calle Artabide. Casi a la misma hora pero a ochenta kilómetros, en la localidad vizcaína de Plentzia, otras cuatro entidades bancarias sufrieron diversos daños por el lanzamiento de globos rellenos de pintura. Los atacantes también realizaron pintadas en las que se leía en euskera las frases ‘ladrones’, ‘las vais a pasar canutas’ y «30-M, huelga general».
En la localidad vecina de Gorliz, la sede del BBVA también fue objeto de una pintada en la que se llamaba a secundar la huelga general, mientras una sucursal de Bankoa en San Sebastián recibió varios impactos de globos de pintura. En la última semana se han registrado actos vandálicos similares en localidades como Galdakao, Bilbao, Portugalete, Mondragón y Barakaldo.
El último episodio violento se produjo anoche en la localidad alavesa de Iruraiz Gauna, a 25 kilómetros de Vitoria, donde el tráfico de trenes de la línea de Renfe entre Madrid e Irún quedó suspendido en ambos sentidos después de que un grupo de desconocidos cortara los contrapesos de la catenaria.
‘Modus operandi’
Expertos policiales consultados por este periódico aseguran que, en esta fase de la investigación, hay elementos suficientes que les llevan a la conclusión de que todos estos sabotajes son obra de grupos vinculados a la izquierda radical y no de movimientos antisistema ni anticapitalistas. En concreto, señalan tres indicios: el ‘modus operandi’, desarrollado con métodos tradicionales de la kale borroka, la coincidencia en los lemas empleados en las pintadas en localidades separadas por muchos kilómetros y, finalmente, el hecho de que los ataques se hayan producido en un corto espacio de tiempo, de forma casi simultánea.
Además, los expertos policiales están convencidos desde hace tiempo de que la kale borroka tradicional se esconde en los últimos meses en ese tipo de protestas «anticapitalistas» o «antisistema». Como ya adelantó EL CORREO hace dos semanas, un informe de la Policía vasca señala que muchos de los actos vandálicos registrados en los últimos meses han sido cometidos por estos colectivos.
Los analistas tienen esta certeza a pesar de que los autores de los sabotajes hayan cambiado sus «formas reivindicativas» desde que ETA anunció el cese definitivo de la violencia. Un detalle que, en un principio, sembró cierta confusión en los distintos cuerpos policiales.
EL CORREO 30/05/2013