Pues a mí, que voté al PP desde que llegó Aznar en 1989 hasta que Rajoy se pasó a Gallardón y/o Cebrián y/o PRISOE y/o La Sexta en 2008, sí me parece que la gente del PP no siempre se porta bien. Es más, que el partido se ha portado muy mal. Y lo que se está publicando sobre gente cuyo Gobierno he defendido, porque creo que es el mejor que ha tenido ninguna autonomía, me resulta bochornoso en lo intelectual y humillante en lo personal. Cobrar comisiones de la dictadura chavista es lo último que hubiera pensado de la trama en torno a González y Atresmedia/ La Sexta, grupo creado ilegalmente por Soraya y/o Rajoy a imagen y semejanza del urdido por Zapatero y/o Cebrián para compensar el invento de La Sexta. Pero como periodistas y políticos tienen que ferrerizar, han conseguido que la maltratada Cifuentes diga que se ha dado con una puerta. Se porta bien.
Eso no empece que el procedimiento del juez-pueblo Velasco, director general de Justicia con Zaplana, me espeluzne. Nadie debe ser detenido para la televisión de las tricoteuses podemitas, que encima es empresa encubridora, chantaje mediante, de la trama extranjera del Canal, obra de Gallardón. Leer «los jueces somos pueblo» o «debemos interpretar las leyes de acuerdo con el pueblo» apesta a lo que Galdós execraba como «venganzas innobles de la plebe», no Justicia. Los jueces son de la ley, de nadie más. Lo «del pueblo» apesta a «justicia popular», vulgo checa o guillotina. ¿Es mucho pedir que los jueces se limiten a asegurar la igualdad de todos ante la ley, sin torcer el Estado de Derecho filtrando los sumarios secretos a la prensa?
Si Velasco no acaba en Garzón, milagro será. Y si instruye tan mal, acabará salvando a los condenados en La Sexta. Salvo el sistema, claro, que va camino de otro 11-M, esta vez, afortunadamente, sin doscientos muertos. Los jueces también se portan siempre bien. Salvo cuando se portan mal.