ABC – 08/04/15
· El presidente de EE.UU. asegura que solo tendrá en cuenta la actitud del régimen castrista sobre el terrorismo.
· El inquilino de la Casa Blanca subrayó que no importa «que La Habana participe en actividades represivas».
· La normalización de relaciones con el régimen castrista se lleva «con seriedad y eficacia» No se ha confirmado una reunión bilateral entre ambos líderes en la Cumbre las Américas.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, se mostró dispuesto a retirar a Cuba de la lista de países patrocinadoras del terrorismo. «En cuanto reciba una recomendación, estaré preparado para hacerlo», dijo el mandatario en relación al dictamen que recibirá por parte del Departamento de Estado para llevar a cabo esta acción.
Obama realizó estas declaraciones durante una entrevista con la cadena de radio pública NPR. Durante su intervención, aseguró que «aquí hay una oportunidad y vamos a seguir dando pasos. Nuestra esperanza es estar en posición de abrir una embajada allí, de poder tener contactos más regulares y de consultar sobre muchos asuntos, en algunos de los cuales tenemos intereses comunes».
Obama pareció allanar el camino a sacar a Cuba de la lista de patrocinadores del terrorismo, ya que dejó claro que los criterios no serían «estar de acuerdo con ellos en todo» o si las autoridades cubanas «participan en actividades represivas o autoritarias» en territorio cubano. Lo único decisivo, indicó, será la posición de La Habana con respecto al terrorismo. El presidente norteamericano ignora así por completo la persecución que sufre la disidencia cubana en el interior de la isla.
Las afirmaciones de Obama son el último paso en el acercamiento entre su Gobierno y el régimen castrista, que el presidente estadounidense puso en marcha en diciembre del año pasado. Ya en aquel anuncio, Obama ordenó al Departamento de Estado la revisión de la presencia de Cuba en la mencionada lista.
En una entrevista con Reuters en el mes de marzo, el presidente de Estados Unidos dijo que esperaba que hubiera una embajada de su país en Cuba en la celebración de la Cumbre de las Américas, que se celebra esta semana en Panamá, algo que todavía no ha sucedido.
Cuba forma parte de la lista de países patrocinadores del terrorismo desde 1982. Ahora mismo solo la integran –además de Cuba– Irán, Sudán y Siria. Cuba empezó a ser incluida por su apoyo a grupos de insurgencia marxista en todo el mundo y la razón por la que sigue dentro de la lista es por su presunta acogida a miembros de ETA y de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), además de algunos fugitivos de la justicia estadounidense.
Cuanto antes
Ben Rhodes, asesor adjunto de seguridad de Barack Obama, confirmó ayer a los medios que la salida de Cuba de la lista está en su etapa final y «próxima a concluir». Sin embargo, recordó que la Casa Blanca no tiene «control» sobre cuándo el Departamento de Estado hará la recomendación a Obama, aunque la exigencia presidencial en el anuncio de la normalización de las relaciones con Cuba fue que se hiciera «lo más rápido posible».
El secretario de Estado, John Kerry, explicó recientemente el proceso para salir de la lista: EE.UU. debe llegar a la conclusión de que «durante los últimos seis meses» el país no ha participado «en el apoyo, asistencia o complicidad de actos terroristas internacionales». También es necesario que el Gobierno de Cuba exprese su compromiso de no apoyar el terrorismo en el futuro. Una vez que Obama reciba la recomendación positiva por parte del Departamento de Estado, el presidente deberá notificarlo de manera formal al Congreso, que contará con 45 días para estudiar la iniciativa. Con mayoría republicana en el Senado y en la Cámara de Representantes, se espera que este nuevo paso hacia Cuba tenga un difícil recorrido en el Congreso. A mediados del mes pasado, Ted Cruz, senador republicano por Texas y candidato a las presidenciales de 2016, se unió a tres republicanos de la Cámara de Representantes para exigir a la Casa Blanca que no permita una embajada cubana en Washington.
No está en la agenda
En relación al posible encuentro en Panamá entre Barack Obama y el presidente cubano, Raúl Castro, Ben Rhodes aseguró que habrá «un contacto», aunque por el momento no hay ninguna reunión bilateral programada. Rhodes también descartó como probable que haya un anuncio de apertura de embajadas en Washington y La Habana antes de que arranque la cumbre el próximo viernes.
Cuba ha comunicado que no avanzará en ciertas negociaciones hasta que no se le saque de la lista de países patrocinadores del terrorismo, pero, según Rhodes, esto no es una «condición previa» para retomar las relaciones con EE.UU. y progresar en la apertura de embajadas.
Ricardo Zúñiga, principal asesor para Latinoamérica de Obama, aseguró que el proceso de normalización de relaciones con el régimen castristas se está llevando a cabo «con seriedad y eficacia».
ABC – 08/04/15