RAMÓN RABANERA

 
Es 22 de septiembre y leo las reacciones a una iniciativa de EH Bildu en el Parlamento vasco. Es una proposición no de ley en la que se plantea que dicha institución reclame a los partidos de ámbito español «cuya implantación en Euskal Herria es prácticamente nula (como si no hubiera sido el objetivo de sus antecesores que la eliminación total fuera física de los integrantes de los partidos nacionales; ahí están las más 800 víctimas asesinadas por ETA, ¿verdad señor Otegui?) que renuncien a utilizar el País Vasco, su país, para la obtención de votos «en el resto del Estado». Y, por lo tanto «no tensionar la convivencia, provocando altercados y situaciones violentas».

Esta iniciativa ha merecido un generalizado rechazo de los partidos políticos y también de medios de comunicación, que la consideran un escándalo y han calificado su contenido de totalitario o fascista. ¿Pero de qué se extrañan? Si lo sabemos todos… Estos son los sucesores de ETA y, en el caso de algunos de los actuales dirigentes de EH Bildu, directamente exmiembros de la banda terrorista (a los que un sector de la sociedad ensalza y a otro le basta con que han dejado de matar, mientras se siente molesto con el auténtico relato de aquellos tiempos criminales). Insisto: son los mismos que sin ningún tipo de escrúpulo practicaban la eliminación física de su contrario político, siempre «españolista» y, por descontado, sin ningún tipo de remordimiento. Pero lo que no han dejado de ser es liberticidas, como lo demuestra esta iniciativa. Lo que anteriormente intentaron con el terror de las pistolas hoy lo hacen con una proposición no de ley. Lo que odian es la libertad.

Pero siempre hay que buscar atenuantes. Así, el parlamentario vasco del PNV Luis Javier Tellería tilda la iniciativa de «un poco delirante», aunque para quitarle importancia afirma que ha sido «manipulada» pues sólo se refiere a campaña electoral. Lo de siempre del PNV… Uno recuerda cómo en su tiempo ETA y su aparato político aplicaron distintas «tácticas» a la actual, pero siempre con la misma intención de acabar con la libertad. Antes seleccionaban a sus víctimas y terminaron socializando el terror y hoy continúan con la exclusión social y política de aquellos que queremos un País Vasco dentro de España. Aviso para navegantes: hoy lo intentan hacer con los que nos sentimos vascos y españoles, mañana si pudieran lo harían con todos.

La iniciativa de EH Bildu no incluye al PSE entre los partidos nacionales a los que hay que excluir. En su momento, desgraciadamente, si lo incluyeron ETA y su entorno. Mi recuerdo emocionado a los militantes socialistas asesinados por ETA. Debían de ser culpables de la crispación en su momento, los actuales parece que no.

Cuando escribo estas líneas EH Bildu acaba de anunciar la retirada de su iniciativa. En todo caso, ya ha enseñado sus intenciones. Que la retire no quiere decir que no avale lo que se sostiene en ella. El odio a la libertad va inherente a su esencia. No nos engaña ni a los partidos nacionales ni al conjunto de la sociedad.