FERNANDO SAVATER – EL PAIS – 06/11/16
· Esa es la izquierda de verdad, la que se enfrentó al terrorismo y apoyó a las víctimas.
Los apellidos —Rufián, Fachín, Tardá…— son mala suerte, claro: pero ciertos comportamientos no ayudan. Después de la diatriba de Rufián en el Parlamento, con recitado de mal cómico de la telebasura, los de Podemos se enfadaron porque desde Ciudadanos se les acusó de apoyar a los terroristas y no a sus víctimas.
Errejón pidió a Villegas que se excusara “porque ellos tenían cinco millones de votos”. Qué tendrá que ver, eso es una desgracia, no un argumento. Si vamos a los hechos (“el hecho cruel y vengativo, / brutal engendro de la ciencia atea”, clamaba Núñez de Arce), Errejón e Iglesias dirigieron el escrache contra Rosa Díez, luchadora antiterrorista en el País Vasco; Iglesias aparece en la web fraternizando con los batasunos y elogia la perspicacia política de ETA; al primer líder de Podemos en Euskadi le cesaron porque se negó a suscribir que Otegi es un hombre de paz, dogma oficial del partido; y en el Parlamento aplauden al de Bildu, pero no a quien recuerda a los socialistas asesinados y ofendidos… Además, nunca se les vio en ningún acto a favor de las víctimas en los tiempos difíciles. Les vote quien les vote, allá cada cual con su conciencia, su queja sobra.
Como les gusta apelar a sus abuelos heroicos, mencionaré otro más cercano. Hace días murió nonagenario Vidal de Nicolás, primer presidente del Foro de Ermua. Fue un republicano exiliado en Francia, estuvo allí en un campo de concentración, volvió a España y se afilió al PCE, se pasó dos años en la cárcel, fue poeta social del grupo de Blas de Otero y Gabriel Aresti… Esa es la izquierda de verdad, la que se enfrentó al terrorismo y apoyó a las víctimas. ¿Ven? De Vidal nadie podrá decir que se portó como un rufián.