EL CONFIDENCIAL 14/12/16
· Covite remitió hace meses una carta a Eneko Goia (PNV) en su nombre para reclamar este reconocimiento. La asociación denuncia que el alcalde ha incumplido su palabra
El Mapa de la Memoria de las víctimas del terrorismo en San Sebastián sigue sin puntos rojos 32 meses después. El mandato del pleno de abril de 2014 de colocar placas en homenaje a los asesinados por ETA en el lugar donde perdieron la vida sigue pendiente de ejecución por el Gobierno municipal, que aún no ha decidido cómo responder a la decisión aprobada la pasada legislatura con los votos a favor de PP y PSE y la abstención de PNV y EH Bildu.
San Sebastián ostenta el triste récord de ser la ciudad más castigada por la violencia de ETA, con cerca de un centenar de víctimas. Ante la falta de respuesta institucional a una decisión plenaria que tiene carácter general, las familias de 18 víctimas de ETA han reclamado al alcalde, Eneko Goia (PNV), que se honre individualmente su memoria con la colocación de un distintivo en los puntos donde sus vidas fueron segadas. Entre las víctimas, están el que fuera líder del PP en la ciudad Gregorio Ordóñez, el histórico militante socialista Fernando Múgica o el delegado provincial de la Compañía Telefónica Nacional de España Enrique Cuesta.
También han reclamado este reconocimiento los allegados de Vicente López Jiménez, el vendedor de periódicos asesinado en 1990 acusado de ser confidente de la Policía; de Ángel María González, tiroteado en 1993 presuntamente por su vinculación con el narcotráfico; de Ángel Cruz Salcines, el policía municipal acribillado a balazos la víspera del referéndum constitucional; de José María Elicegui Díaz, conductor del entonces presidente de la Diputación de Guipúzcoa, que murió en un ametrallamiento múltiple, y del también chófer Gregorio Caño García. La lista se completa con los nombres de Miguel Paredes y Elena Moreno, asesinados presuntamente por toxicómanos, los guardias civiles Antonio Pastor Martín, Miguel Íñigo Blanco y José Zafra Regil, el brigada del Ejército de Tierra Mariano de Juan Santamaría, el coronel del Ejército retirado Diego Fernández-Montes Rojas y el gobernador militar Rafael Garrido, su esposa Daniela Velasco y su hijo Daniel, víctimas de una bomba lapa.
Las 18 familias han reclamado este reconocimiento a través de una carta que fue remitida hace unos meses al alcalde en su nombre por el Colectivo de Víctimas del Terrorismo del País Vasco, Covite, que lidera la actuación para lograr la visualización de estas placas. La instalación de estos distintivos mantiene enfrentada a esta asociación con algunos ayuntamientos, hasta el punto de que la entidad liderada por Consuelo Ordóñez inició hace dos años una campaña para implantar estos carteles sin el correspondiente permiso municipal.
San Sebastián sigue sin crear el Mapa de la Memoria de las víctimas de ETA después de 32 meses del acuerdo del pleno
La campaña ‘Una víctima, una placa’ se inició en Bilbao en septiembre de 2014 con la colocación de una placa en recuerdo de María Luisa Sánchez Ortega, una empleada del hogar a quien ETA asesinó en 1987. El entonces alcalde, Ibon Areso (PNV), que había asumido el cargo tras la muerte del histórico Iñaki Azkuna, retiró el distintivo por carecer de permiso, pero adoptó el compromiso verbal de instalar placas en recuerdo de todas las víctimas en la ciudad.
El de Bilbao fue un contrato de palabra y el de San Sebastián un compromiso por mandato plenario. Pero ninguno de los dos acuerdos se ha cumplido a día de hoy. Por ello, Covite ha avisado a través de una nota de prensa de que colocará los rótulos si los ayuntamientos no empiezan a cumplir con este cometido en el plazo de 15 días. En el caso de Bilbao, apunta a 62 distintivos en homenaje a 72 víctimas, y en el caso de San Sebastián, a 73 en recuerdo de 94 asesinados (hubo atentados con más de un muerto).
Al llegar a la alcaldía de San Sebastián, Goia trasladó a Covite su intención de abordar la colocación de las placas de forma genérica en la comisión de Derechos Humanos y en el Foro Local de Víctimas, cuestión que a día de hoy sigue pendiente, a pesar de haber transcurrido año y medio. En todo caso, la asociación denuncia que el alcalde ha incumplido su palabra de poner distintivos en homenaje a aquellos asesinados cuyas familias manifestaran personalmente su predisposición. Fue, según aseguran en el colectivo, en una reunión que tuvo lugar el pasado 4 de marzo. En respuesta a este encuentro, Ordóñez remitió el pasado 8 de julio una carta, a la que ha tenido acceso El Confidencial, con los nombres de las víctimas cuyos allegados exigen que se les honre con una placa. “Entiendo que, tal y como nos trasladó en la reunión mantenida en marzo, ya no hay ningún impedimento para comenzar con la colocación de estas placas”, sostiene la presidenta de la asociación en la misiva.
La asociación presidida por Consuelo Ordóñez advierte de que colocará las placas de todas las víctimas si no comienzan a instalarlas en el plazo de 15 días
Pero estas 18 familias siguen sin que sus peticiones sean atendidas. Fuentes del Gobierno municipal niegan que el alcalde adoptara el compromiso de colocar placas en respuesta a demandas individualizadas, y aseguran que esta cuestión se abordará con todas las víctimas, ya que “el sentir es muy diverso” y “no todas quieren que se coloquen estas placas”. Por ello, señalan que este tema se encauzará a través de la comisión de Derechos Humanos y el Foro de Víctimas, espacios que posibilitan el “debate sosegado sin presión pública”, en el que se recogerán “todas las opiniones” antes de ver “qué tipo de espacio o forma se le da a este reconocimiento”.
73 placas colocadas de madrugada
Covite ya colocó en San Sebastián las 73 placas durante la madrugada del 10 de mayo de 2015, a las puertas de las elecciones municipales, ante la negativa del Gobierno de EH Bildu a cumplir con el mandato plenario, pero muchas de ellas fueron retiradas o arrancadas a las pocas horas por el ayuntamiento. Ahora, amenaza con hacer lo mismo en caso de que el Ejecutivo de PNV y PSE “esquive su responsabilidad”, y más aún en el año en que la ciudad ostenta la distinción de Capital Europea de la Cultura. A este respecto, desde el consistorio no adelantan qué se hará en caso de que Covite cumpla su palabra. “Veremos si lo hacen y entonces analizaremos cómo responder”, sostienen.
Las discrepancias también se producen en Bilbao. El hoy alcalde, Juan Mari Aburto, ya declinó asumir el compromiso adoptado por su antecesor de colocar placas en memoria de todas las víctimas de ETA allí donde fueron asesinadas, en una carta remitida el pasado año a Covite en la que se limitaba a informar que iba a “analizar” esta posibilidad. Incluso, en la misiva reprochó a esta asociación que pretendiera adoptar “medidas unilaterales” que “no ayudarían al objetivo” de la memoria de las víctimas, que “debe ser un lugar de encuentro de todos los demócratas”. No obstante, ante el silencio institucional, Covite ha decidido presionar también al ayuntamiento, a quien ha advertido este lunes de que acometerá esta labor si no ve ninguna actuación en el plazo de dos semanas.