ABC 12/10/15
BIEITO RUBIDO
Él vive, aunque no lo sabe, en el quinto país más seguro del planeta. También desconoce que habita en el segundo lugar donde menos niños mueren, con una de las esperanzas de vida más altas de todo el concierto internacional. Él ni se lo imagina, porque muchos se encargan de hacerle suponer lo contrario, pero resulta que su nación es la segunda de Europa por fabricación de automóviles, la tercera potencia mundial en materia turística y la octava que mayor porcentaje de su PIB destina al Estado del bienestar. Su sanidad y la de sus compatriotas es universal, pública y de calidad. También tiene la suerte de disfrutar de la red ferroviaria de alta velocidad más larga del globo terráqueo, solo superada por la de China. Existen otras muchas razones para que se sienta orgulloso del lugar donde ha nacido, donde ha aprendido a ganarse la vida y disfrutarla, donde ha conocido a tanta gente buena, donde es libre de pensar como le dé la gana y decirlo en voz alta, incluso a voces y con pitos. Él es feliz, pero no lo sabe. Pertenece a la estirpe que asombraba a Bismarck porque siempre estaba hablando mal de su país. Él es un español.