EL MUNDO – 03/07/16
· Aboga por liderar frente al PNV un proceso «unilateral» de ruptura y de carácter social.
El final de ETA apagó su gasolina y la crisis económica y la irrupción de Podemos arrinconaron su discurso social. La otrora todopoderosa izquierda abertzale hace tiempo que está desnortada y languideciendo. Lo corroboraron las urnas el 20-D y lo agudizaron aún más el 26-J. Los sucesivos procesos de reflexión interna para reinventarse comenzaron con Arnaldo Otegi hace más de una década, pero no fue hasta ayer, 12 años después y más de un lustro de prisión más tarde, cuando su propuesta de «refundación» y viraje comenzó a tomar forma.
La nueva Sortu que lidera quiere levantar cabeza, renacer de sus cenizas y recuperar espacio en el complejo tablero vasco. Y lo hará podemizando su discurso social y radicalizando el mensaje independentista para hacerlo «unilateral», afín a la senda catalana, y desmarcándose de la apuesta más moderada y de acuerdo «bilateral» con España que plantea el PNV. Estos dos ejes guiarán el proceso interno que se activó ayer en Vitoria, en su Asamblea General, y que culminará en diciembre –y tras unas elecciones autonómicas– en la conferencia política de la que Sortu aspira a salir fortalecida.
La dirección provisional de la formación está encabezada por Otegi y tres de sus compañeros de prisión en el caso Bateragune–Sonia Jacinto, Miren Zabaleta y Arkaitz Rodríguez– y por el que todos ellos ingresaron en la cárcel por intentar reconstruir la ilegalizada Batasuna. Rodríguez aseguró ayer que aspiran a reavivar a un partido que optará por presentar una propuesta independentista «potente» que se desmarcará con nitidez del planteamiento del PNV. Asegura que España es un Estado «indecente y corrupto» que no es de fiar, y que es imposible «democratizar», por lo que esperar que facilite el camino de los derechos nacionales vascos es una utopía, «frente a esa realidad no hay bilateralidades que valgan, naciones forales que valgan, ni terceras vías que valgan».
En la nueva Sortu hay cosas que no han cambiado. Los gritos en contra de la dispersión de los presos de ETA, las proclamas en favor de la independencia o el histórico lema «¡borroka da bide bakarra!» (La lucha es el único camino) volvieron a aflorar en la Asamblea de la regeneración. También algunos rostros históricos de la izquierda abertzale, como Joseba Permach, Rufino Etxebarria o Pernando Barrena, además de Otegi. La «refundación», recuerdan, es fruto de su autocrítica.
Pero en ella no hay rastro de su pasado de apoyo a ETA, de su silencio ante la violencia. «Es evidente que hemos cometido errores», aseguraron. Pero entre ellos tan sólo figura su falta de visión ante los cambios que propició la crisis económica y ante los cuales la izquierda abertzale continuó priorizando «la resolución de las consecuencias del conflicto» o su incapacidad para interiorizar que la globalización ha cambiado «las maneras de actuar e implicarse por parte de la sociedad».
Ahora Sortu plantea apostarlo todo por liderar una república vasca independiente «socialista y feminista» y hacerlo sin esperar a nadie ni nada, convirtiéndose en «un instrumento político que vuelva a conectar con la ciudadanía vasca».
EL MUNDO – 03/07/16