EL MUNDO – 16/04/16
· El líder abertzale proclama que fueron ellos quienes lograron que ETA dejara de matar.
· Seis años de prisión, varios homenajes y un mes de vacaciones después, Arnaldo Otegi ha vuelto a la escena política.
· La izquierda abertzale quiso escenificarlo ayer, presentándole como su gran apuesta para recuperar el pulso político.
Por ahora, Otegi ni siquiera es su candidato oficial a lehendakari, pero ha comenzado a ejercer como tal. Y lo ha hecho combinando un discurso más moderado con viejas fórmulas de tensionamiento para agitar y movilizar a los suyos. «Llevaré con cierta satisfacción que el Estado considere que soy el candidato más peligroso para sus intereses», aseguró tras ser preguntado por su condena de inhabilitación para ocupar un cargo público. «Harán todos los intentos posibles para que no pueda serlo, aunque en términos jurídicos parece ser que es prácticamente imposible», apuntó.
Rodeado de una gran expectación mediática, Otegi puntualizó que en realidad no se «reintegra» a la vida política tras su paso por la cárcel, porque también en prisión fue «un militante político». El líder independentista afirmó que «desde los aparatos del Estado» y desde determinados sectores de la Judicatura se pondrá «toda la carne en el asador» para evitar que pueda concurrir como candidato de EH Bildu a lehendakari. «Sin embargo, sería un honor ser el candidato a lehendakari que el Estado no quiere», proclamó.
El victimismo no concluyó ahí
Otegi combinó la buena disposición con la crítica al ser cuestionado sobre el reconocimiento del daño causado que se le exige al entorno radical por su respaldo a décadas de violencia de ETA. No ocultó que desde la izquierda abertzale se debe hablar con «la máxima claridad posible» de la responsabilidad que tiene por su respaldo a la violencia y hacerlo con «naturalidad». «Seguramente tenemos más cosas por hacer», dijo, antes de advertir de que ninguno de los nuevos pasos que se pudieran dar serán suficientes para el Estado, porque existen «razones políticas» para «encajar» a la izquierda abertzale en el pasado de la violencia y ligarla «a la organización armada ETA».
Otegi reclamó, en cambio, que se reconozca que han hecho «una cosa fundamental» y es «lograr que la lucha armada de ETA haya desaparecido hace años». Añadió que se sienten «orgullosos» de haber cumplido «una promesa» que hicieron «en su momento» y que pasaba por «traer la paz que nos correspondía»: «No es toda la paz porque una parte de esa paz le corresponde al Estado y no tiene interés ninguno en poner ese granito de arena».
Lamentó que aún persistan más de 400 presos de ETA en las cárceles españolas
Otegi les instó a acogerse a la legalidad penitenciaria para acceder a beneficios penitenciarios. Una posición que contrasta con la de colectivos como el Movimiento pro Amnistía, que insiste en no admitir la legalidad carcelaria y judicial española: «Hay sectores que consideran que no es un buen camino, pero yo creo que todos los caminos son buenos si de lo que se trata es de sacar a presos de la cárcel».
En materia política, Otegi apeló a la necesidad de emprender también desde el País Vasco un camino unilateral hacia la independencia, similar al iniciado en Cataluña. «No es un camino que uno elija, sino que es el que a uno le dejan», dijo.
EL MUNDO – 16/04/16