Javier Elorrieta.Editores
Retrato de una sociedad desquiciada y hundida por el nazionalismo separatista. Se pregunta Miquel Giménez cómo se puede intentar volcar hacia VOX los males de un ensimismamiento artificial y no los que se han consolidado por las políticas secesionistas estimuladas por el gobierno social-podemita del Psoe-Podemos. Y su relación con las fuerzas del golpismo en Cataluña.
Ayer Carlos Sánchez en un artículo en El Confidencial valoraba negativamente a VOX . Tienen el artículo en las pag. De La FUndación para la Libertad. Entre los parámetros argumentales , que en conjunto sonaban como una secuencia coherente, salvo porque omitía algo sustancial. Que VOX es el partido que más ha recurrido a las instancias jurisdicionales para la defensa del marco legislativo constitucional. Desde ser los únicos que actuaron como acusación popular contra el golpe secesionista en Cataluña, como sus denuncias frente a la inconstitucionalidad de los estados de alarma y …. puntos suspensivos.
Otra de las cuestiones dificilmente aceptables, sin atisbo de comprobación, sería la valoración muy negativa de la cualidad de sus cuadros.Lo que en una simple valoración comparativa de las intervenciones en el Parlamento Nacional, tanto en plenos,como en comisiones. O en las ruedas de prensa de sus portavoz Espinosa de los Monteros desmentiría rotundamente esa valoración. No diganos si la comparamos con los miembros del Gobierno y sus portavoces parlamentarios.
Como estoy convencido que he visto más intervenciones en el Parlamento que el autor de ese artículo, dejar mi valoración personal que disponen, por profesionalidad y capacitación, de lo más sustancioso que hay en el parlamento nacional. Dispuesto estoy a dar nombres Desde Espinosa de los MOnteros a Sánchez del Real, pasando por por el joven Figaredo y algún catedrático de cultura muy asentada.
Por otro lado , en el único gobierno en el que participan, salvo la figura más política del joven abogado Vicepresedente de Castilla-León, los consejeros son de los que han sido nombrados en función de su relación profesional y de gestión con las materias propias de esas Consejerías. No por su ubicación de aparato de partido. Con lo cual algunos debieran intentar ser más objetivos en las críticas que realizan.
Ajustarse más a la realidad de lo que analizan. Dejarse de «mantras». Y no elevar a categoría principal aspectos, que aunque ciertamente puedan convivir en una parte del amplio abanico de sus seguidores, no forman la parte mollar, ni de su programa, ni de su acción política.