Ante la presencia de ETA, vulneradora de todos los derechos, el Foro de Debate Nacional opta por una generalización tan amplia de responsabilidades que nadie resulta culpable de nada: «Todos los movimientos políticos y toda la ciudadanía de este país estamos involucrados en dicha vulneración» (de derechos). Pues no.
Durante meses, el último invento de la izquierda abertzale, el Foro de Debate Nacional, Nazio Eztabaida Gunea, ha venido celebrando reuniones y produciendo documentos para definir el modelo de «normalización» y sus planes de construcción nacional. El día del Aberri Eguna presentaron sus conclusiones y abrieron camino a una nueva fase.
Las bases para la «resolución del conflicto» que plantea son muy sencillas: basta con aceptar las exigencias nacionalistas de territorialidad y autodeterminación. Para ese viaje no hacían falta tantas alforjas, tantos meses de debate ni tanto papel emborronado. Dice el Foro que aceptar la territorialidad significa que «Euskal Herria es una entidad unitaria en sí misma». Esta afirmación falsifica la situación política actual, aunque refleje una aspiración nacionalista. Su exigencia, por tanto, no es reclamar el reconocimiento de la realidad sino una vindicación partidista.
El Foro, en el que han participado EA y Aralar, no así el PNV, no ha hecho sino repetir el análisis tradicional nacionalista de la situación vasca al culpar a Francia y España de impedir que «Euskal Herria sea una nación» y negarle la autodeterminación. Los miembros de este club de debates han pasado por alto la dimensión interna del conflicto vasco, las diversas visiones sobre su futuro y su presente que existen en la ciudadanía y las diferencias sustanciales entre los diferentes territorios que se reclaman para formar esa nación.
Resulta llamativa la estrategia de exculpación de ETA adoptada por los participantes en esta discusión. Ante la incomodidad de la presencia de una organización terrorista vulneradora de todos los derechos, se ha optado por una generalización tan amplia de responsabilidades que nadie resulta culpable de nada: «Todos los movimientos políticos y toda la ciudadanía de este país estamos involucrados en dicha vulneración» (de derechos). Pues no. Lo único que se pretende con este análisis es evitar la deslegitimación y la derrota política de ETA, condiciones imprescindibles para alcanzar realmente la paz.
Los miembros del Foro se han propuesto crear una Mesa «para la resolución del conflicto» de la que formarían parte partidos «que tengan arraigo en Euskal Herria». ¿Quién tiene arraigo en el país, EA con el 6,5% de los votos en las últimas elecciones o el PP con el 18,8%? ¿El PSOE con más de un siglo de historia o Aralar, con un cuarto de hora? Esa Mesa no es el único organismo que propone el Foro. También anuncia la creación de un Consejo para la construcción nacional que parece inspirado en una OLP tercermundista. No se sabe bien por qué, pero los modelos nacionalistas de pacificación pasan siempre por la creación de nuevos chiringuitos al margen de las instituciones elegidas por los ciudadanos en las urnas.
Florencio Domínguez, EL CORREO, 19/4/2004