EL CORREO 29/08/13
· Sémper insiste, tras las acusaciones de Iturgaiz, en que su partido «quiere estar en los debates y confrontar ideológicamente» con Bildu para «desmontar sus argumentos»
· «No se puede hacer política de la misma manera hoy que hace diez años», advierte el secretario general
La dirección del PP en Euskadi reconoció ayer que no es un partido monocolor, pero que es capaz de convivir con matices diferentes en asuntos de calado como puede ser la relación con la izquierda abertzale tras el final de ETA. El secretario general de los populares vascos, Iñaki Oyarzábal, admitió que entre sus filas, «como en cualquier organización», puede haber «dos sensibilidades distintas», aunque recalcó que su formación política «está muy unida y tiene las cosas muy claras, especialmente en la defensa de la libertad y la convivencia en el País Vasco».
Oyarzábal se refirió así a las polémicas acusaciones lanzadas el fin de semana por el eurodiputado y exlíder del PP vasco Carlos Iturgaiz, quien había denunciado la existencia de «dos almas» en su relación con Bildu, entre otras marcas electorales del mundo de Batasuna. Una, según sus palabras, proclive al acercamiento y al «coleguismo» con representantes de la coalición soberanista. Y otra, contraria a cualquier trato con quienes considera «el brazo político de ETA». Por ello, emplazó a la Ejecutiva a decantarse por una de las dos posiciones.
El partido que preside Arantza Quiroga ha negado ese acercamiento y las dos almas, aunque es consciente de que, internamente, laten dos formas distintas de encarar la relación con la izquierda abertzale, sobre todo tras el cese definitivo del terrorismo. La postura oficial apuesta por «la normalidad institucional» y, a la vez, «plantar cara» en lo político. Esta es la corriente mayoritaria en los cuadros directivos, aunque hay un sector, minoritario al menos en la Ejecutiva, que reclama una actitud más beligerante con el mundo de Bildu.
De alguna forma así lo reconoció ayer Oyarzábal al avalar la existencia de «dos sensibilidades». «Hay quien puede pensar que se debe utilizar un tono más alto en determinadas ocasiones para defender una posición. Nosotros pensamos que en este momento no se puede hacer política de la misma manera hoy que hace diez años. Las cosas han cambiado», declaró a Radio Nacional el ‘número dos’ del PP en Euskadi. El secretario general del partido volvió a negar «discrepancias» en esa estrategia política, basada en la exigencia democrática desde «la responsabilidad institucional». «No hay ningún debate abierto con nuestra posición sobre Bildu. Estamos manteniendo una posición muy nítida de confrontación ideológica y debate en los diferentes foros en los que participamos, ayuntamientos, diputaciones y Parlamento vasco; y eso es lo que tenemos que hacer», advirtió.
Oyarzábal defendió la necesidad de saber adecuarse al momento político en el nuevo tiempo abierto por la desaparición del terrorismo. «Hace diez años se vivía una situación mucho más dramática, con ETA asesinándonos. Hoy nuestro papel tiene que ser de mayor pedagogía política para saber confrontar nuestro proyecto frente a aquellos que quieren dinamitar nuestros marcos de convivencia», explicó el dirigente popular.
«Sin disputas»
En la misma línea, el portavoz del PP, Borja Sémper, rechazó la posibilidad de ceder terreno y subrayó que su partido «quiere estar en los debates y «confrontar ideológicamente» con Bildu, con el objetivo de «desmontar sus argumentos», a su juicio, «tan negativos para Euskadi». En alusión a Iturgaiz, Sémper reiteró que, «aunque algunos hablen» de sectores distintos, «no hay dudas» en la posición política. «Puede haber dos almas, como pasa en la mayoría de los aspectos de la vida, pero no hay disputas», insistió.
El portavoz de los populares de Euskadi censuró las acusaciones de «coleguismo» con la izquierda abertzale vertidas por el parlamentario europeo, tras haber participado con el diputado general de Gipuzkoa, Martín Garitano, en un debate conjunto con el resto de partidos de la provincia «El PP vasco no está deseando ir a tomar vinos con Bildu. Eso es algo tan absurdo que se responde por sí solo», señaló.