Pablo Iglesias exige al PSOE que apoye un referéndum

· Visiblemente feliz y sonriente, Pablo Iglesias empieza a ejercer la posición de fuerza que le permiten sus 69 escaños en el nuevo e incierto Congreso de los Diputados.

· El líder de Podemos metió ayer toda la presión al PSOE y le arrinconó con el derecho a decidir en Cataluña con un planteamiento inflexible: si Pedro Sánchez no acepta la celebración de un referéndum sobre la independencia en Cataluña, el PSOE tendrá imposible conseguir el hipotético apoyo de Podemos para su investidura y, por tanto, gobernará Mariano Rajoy.

«Cualquier fuerza política que no entienda la plurinacionalidad y la diversidad está diciendo que está dispuesta a entregar el Gobierno al PP», proclamó tajante el candidato y secretario general de Podemos.

En el día después de la noche electoral, digeridos y celebrados los resultados, Iglesias dijo claramente que lo que está en juego ahora mismo no es una investidura a la Presidencia del Gobierno, sino la puesta en marcha de una «nueva Transición» que hay que afrontar con «calma», «capacidad de diálogo» y, sobre todo, con «altura de Estado».

Apelando a estos tres elementos, pidió no correr en estas semanas, sino emprender unas conversaciones reflexionadas que miren más allá del color del presidente porque el debate que está encima de la mesa versa sobre la construcción de «un nuevo proyecto común» que adapte la Constitución a la realidad «plurinacional» de España como garantía para mantener la unidad.

«Estamos en un momento de reflexión constituyente», llegó a decir. «Ha llegado la hora de la altura de Estado para liderar un proceso de transición que establezca un nuevo acuerdo para el país», remató. En esa clave, la prioridad de Podemos sólo pasa por reformar la Constitución para hacer ese reconocimiento expreso del derecho a decidir «de las gentes y los pueblos de España». Esto implicaría la convocatoria de un referéndum sobre el encaje de Cataluña, algo que Iglesias calificó como «imprescindible».

Más allá de izquierdas o derechas, Podemos no apoyará a nadie que no acepte esa «libre voluntad» de los territorios. Incluso si eso acaba provocando que repita Rajoy. Por si algo así sucediese, Iglesias ya se encargó ayer de comenzar a responsabilizar públicamente a Pedro Sánchez y «a los que mandan en el PSOE».

Como ya hiciera en la noche electoral, Iglesias exhibió el músculo de Podemos en las comunidades históricas para reivindicarse como el único líder que comprende la «España plurinacional». Así, destacó sus altísimos registros en Cataluña y el País Vasco –donde es la primera fuerza en votos– y, a su vez, los comparó con los logrados por el PP y el PSOE, que llegó a calificar de «humillantes». «Tienen un problema con España si sus resultados en Cataluña y el País Vasco son tan malos», apuntó, a la vez que se reivindicó como la segunda fuerza más votada en Madrid, Comunidad Valenciana, Galicia, Baleares, Navarra y Canarias, en todas ellas por delante del PSOE.

Con esta exhibición de números, Podemos se siente legitimado para lanzar una estrategia de presión total al PSOE que llegue hasta las últimas consecuencias. Y le advirtió de que «no se olvide de cómo han votado los ciudadanos» en Cataluña o el País Vasco. No obstante, lamentó que «los que mandan» en el PSOE estén «buscando una fórmula» para hacer una «gran coalición» con el PP.

Podemos se siente fuerte y está tranquilo ante unas hipotéticas nuevas elecciones por la ingobernabilidad del Congreso. Es más, Iglesias reconoció que aunque no desean ese escenario estarían «encantados» porque en cada elección que pasa «las fuerzas del cambio avanzan». Por eso, se mantiene inflexible en su posición de reforma de la Constitución.

Además del derecho a decidir, Podemos plantea otros cuatro grandes cambios. Ayer rechazó llamarlos «líneas rojas», pero lo cierto es que las defiende como tal. Iglesias prefirió llamarlas «propuestas de país» o «consensos sociales». Éstas son la despolitización de la Justicia, una nueva ley electoral que incluya la revocabilidad del presidente, el «blindaje» de los derechos sociales y la prohibición de las «puertas giratorias». Junto al derecho a decidir, las cinco reformas son para Podemos la hoja de ruta de la nueva Transición.

NO HABRÁ MOVIMIENTOS HASTA ENERO

Descanso. Iglesias y los dirigentes de Podemos se tomarán un tiempo para descansar y reflexionar sobre el nuevo escenario político, al menos hasta después de las fiestas navideñas. Es muy probable que no sea hasta primeros de enero cuando la formación reúna en Madrid a su comité político – el Consejo Ciudadano – y a sus socios parlamentarios para abordar la estrategia a seguir. En todo caso, Iglesias avanzó ayer que, en aras de impulsar una «nueva Transición» y un nuevo pacto constitucional, tomará la iniciativa para iniciar una ronda de diálogo con todas las fuerzas políticas del Congreso. Lo que parece lógico es que antes mantenga algún contacto informal con otros líderes.

EL MUNDO – 22/12/15