La sensación de que Iglesias considera el Parlamento como un escenario propicio para «montar numeritos» se extendió desde primera hora de la mañana de ayer, cuando el secretario general de Podemos y un grupo numeroso de sus diputados interrumpieron el inicio del Pleno exhibiendo la portada de la Declaración de los Derechos Humanos en protesta por la falta de respeto a los derechos humanos que, en su opinión, se produce en los centros de internamiento de extranjeros indocumentados (CIE).
La presidenta de la Cámara, Ana Pastor, les reprochó la actitud después de que, con su jefe de filas en primer lugar, descendieran hasta la bancada azul del Gobierno y depositaran en los escaños los librillos que mostraban ante las cámaras y los fotógrafos. «Estamos obligados a cumplir el Reglamento. Que nunca una foto valga más que una palabra», les conminó Pastor entre los aplausos de los diputados del PP, PSOE y Ciudadanos y antes de que tuviera que llamar al orden al propio Iglesias, que pretendía tomar la palabra desde su escaño.
La acción de los miembros de la formación morada suscitó de inmediato el reproche de otras formaciones. El portavoz del Grupo Popular, Rafael Hernando, se mostró convencido de que Unidos Podemos intenta «recuperar apoyo social y mediático organizando numeritos». «Al Parlamento se viene a parlamentar y dialogar; los numeritos mejor en el circo», recalcó.
El líder de Ciudadanos, Albert Rivera, se mostró en sintonía con esta crítica. «No es de recibo convertir el Congreso en un campo de batalla al servicio de la lucha interna de Podemos. Aquí se viene a trabajar», apuntó desde su cuenta de Twitter.
Rivera hizo hincapié en que los cambios reales, los que afectan a la vida de los ciudadanos, «se consiguen negociando y no con pancartas». Al Parlamento, en su opinión, hay que «ir a trabajar y a defender las ideas pero sin convertir el Hemiciclo ni en un teatro, ni en un plató de televisión ni en un circo». Hay que actuar, dijo, «con palabras y no con pancartas».
En los pasillos y en el patio del Congreso fueron numerosos los diputados de diferentes formaciones que expresaron su malestar ante la actitud de Podemos. Muchos de ellos recalcaban el hecho de que, hasta ahora, la formación morada no haya registrado en la Cámara ni una sola iniciativa para modificar el régimen de los centros de internamiento por los que ayer protestaban, o que hayan olvidado la famosa ley de emergencia social que plantearon tras las elecciones del 20-D. Y aprovechaban esta circunstancia para insistir en que Iglesias intenta trasladar al Congreso, para conseguir repercusión mediática, la nueva estrategia de agitación que quiere llevar a la calle.