RAMÓN PÉREZ-MAURA – ABC – 12/11/16
· El populismo de Podemos no nació con Rajoy, sino en el Gobierno de Zapatero: el 15-M en la Puerta del Sol.
Irrumpe Donald Trump y puede ser una buena ocasión para repasar el surgimiento de los populismos en Europa, incluyendo a España. Análisis que los más conspicuos críticos de Trump se cuidarán mucho de hacer o ni siquiera insinuar. El populismo tiene diferentes semillas, orígenes diversos, que tienen recetas comunes encarnadas unas veces sobre un fondo de origen marxista e internacionalista y otras sobre una base nacionalista, incluso xenófoba. Tenemos múltiples ejemplos.
En el Reino Unido ese populismo nacionalista y xenófobo se impuso en el referendo del Brexit. Fue un movimiento que captó votos en todo el espectro político, pero mayoritariamente entre la derecha británica. En Francia tenemos en un auge aparentemente implacable al Frente Nacional de Marine Le Pen que tiene todas las posibilidades de ser el partido más votado de Francia en la primera vuelta de las presidenciales -y ya veremos si en la segunda también…
En Grecia tenemos a Syriza en el poder con el éxito de todos conocido. Syriza llegó a ganar las elecciones después de las muchas trampas contables y económicas que habían hecho socialistas y conservadores y a las que tuvo que hacer frente Antonis Samarás con un Gobierno en el que hizo limpieza que fue contestada en la calle por Syriza. Con esos mimbres Syriza y Alexis Tsipras tomaron el poder en enero de 2015 y desde entonces no hacen más que aplicar aproximadamente las mismas políticas que Samarás, pero con nulo convencimiento.
En Estados Unidos hemos visto surgir el populismo de Trump tras ocho años de Presidencia de Obama, que alguna responsabilidad habrá tenido en la gestación de este fenómeno en el que nadie creía cuando se anunció la candidatura del empresario hace quince meses. Una opción política que todos fuimos ninguneando según iba cubriendo etapas asegurando que no subiría un escalón más. Pero los subió todos. ¿Y en España?
La comparación es interesante. Aquí recordarán ustedes que el populismo de Podemos no nació con Rajoy, sino en el Gobierno de Zapatero: el 15-M en la Puerta del Sol. José Luis Rodríguez Zapatero dejó la economía española hecha un erial y este Mariano Rajoy «que no hace nada», que «se pasa el día tumbado fumándose un puro», se tiró cuatro años reactivando la economía sin pedir el rescate que muchos deseaban que pidiera y hasta titulaban a toda página que lo había pedido -el rigor periodístico, ya saben.
Como en tantos otros países sometidos a la crisis, el Gobierno de Rajoy se vio castigado en las urnas. Y aunque muchos le acusaban de «no hacer nada», yo más bien creo que había hecho mucho en el terreno económico. Mucho y con frecuencia doloroso. Pero efectivo. Y de ahí el correctivo al PP de quienes sufrían las tremendas estrecheces que provocó la crisis engendrada en tiempos de ZP. El castigo que supuso eso fue una enorme pérdida de votos. Pero a diferencia de casi todos los demás Gobiernos que habían enfrentado una situación similar, Rajoy no perdió el poder. Eso sí, el mounstro populista le creció por la izquierda de la nada a 71 escaños.
Tercera formación del país. Y seis meses más tarde, ese mismo mounstro populista volvía a concurrir a las elecciones generales y perdía más de un millón de votos. Es decir, este Rajoy que «no hace nada» ha conseguido lo que no lograron o logran Cameron, Hollande Samarás u Obama: frenar y hacer retroceder el auge del populismo de cualquier extremismo: izquierda o derecha. Casi nada.
RAMÓN PÉREZ-MAURA – ABC – 12/11/16