A la hora de la verdad, los nacionalistas tampoco tienen dudas. El último lehendakari euskaldun, José Antonio Ardanza, sufrió en 1990 un fuerte ataque de ciática. Ya para entonces teníamos una Osakidetza que daba gloria verla, pero Ardanza se fue a operar a Sevilla, donde había un cirujano muy reputado. No era del mismo Bilbao, ni hablaba euskera, pero no importó…
Anoche, al término del Teleberri 2, el lehendakari fue entrevistado en su condición de tal por ETB. El plano que aquí se reproduce fue uno de los más característicos de la entrevista: gran angular que engrandecía al entrevistador y empequeñecía y alejaba al lehendakari. Vean la entrevista en su propio blog.
El entrevistador se mostró sobrado, como un funcionario ante el contratado eventual, un puntito retador: «Se ha hablado de ETB, usted también ha hablado de ETB… Bueno, aquí estamos.» López respondió bien en general, aunque una cierta inseguridad escénica delataba su condición de novicio. Con todo, no se dejó amedrentar por preguntas capciosas: «¿Que le diría a una madre de un preso en Huelva?»
En ocasiones estuvo a la defensiva. Por ejemplo, en sus alegaciones de inocencia en materia de frentismo, en vez de recurrir al poeta: «¿Y tú me lo preguntas? Frentismo eres tú».
Pero hubo una respuesta que a este blogmaster le produjo alarma. Ésta:
Por poner un ejemplo: no quiere decir que si en la margen izquierda se habla más castellano la enseñanza sea más en castellano. Es justo al revés: si se habla más en castellano se estudiará más en euskera y si se habla más en euskera se estudiará más en castellano sin olvidar nunca la otra lengua, porque el objetivo de la Educación es que todos los chavales y las chavalas cuando salgan de la obligatoria sepan manejarse en euskera y castellano…
-Es que fuera de Euskadi alguna gente piensa que aquí no se estudia el castellano.
-Bueno, intentaremos sacarles del error.
El error de siempre. Toda la vida creyendo que la función de la educación es formar a los educandos para lo que hayan de ser el día de mañana. Y resulta que no, que el sistema educativo es una gran academia de idiomas que en las comunidades bilingües sirve para dotar de destreza a los alumnos en la lengua propia, o sea, la que no es materna. Porque algo que debería entender el entrevistador Otamendi es que en Euskadi los niños llegan a la escuela con el castellano aprendido en casa.
La segunda cuestión es si el sistema educativo debe tener como función prioritaria la enseñanza de las lenguas, utilísimos vehículos para la transmisión de conocimientos y para la comunicación en general o la enseñanza de conocimientos, propiamente dicha. Por recurrir al ejemplo del médico con el que Otamendi quiere hablar en euskera y que el lehendakari desea que sepa diagnosticarle bien, aunque sea en inglés: ojalá que la asignatura de Anatomía Patológica, pongamos por caso, la haya estudiado en la lengua en la que sea más competente.
A la hora de la verdad, los nacionalistas tampoco tienen dudas. El último lehendakari euskaldun que hemos tenido, José Antonio Ardanza, sufrió en 1990 un fuerte ataque de ciática que aconsejó su intervención quirúrgica. Ya para entonces teníamos una Osakidetza que daba gloria verla, pero Ardanza se fue a operar a Sevilla, donde había un cirujano muy reputado por su profesionalidad. No era del mismo Bilbao, ni hablaba euskera, pero no importó; estas cosas pasan a veces.
Santiago González en su blog, 9/5/2009