Patxi madruga a Pedro

EL MUNDO 17/01/17
LUIS MARÍA ANSON

EN PLENO invierno rencoroso, Patxi López ha madrugado a Pedro Sánchez y le ha dejado en la cuneta de sus anunciados viajes triunfales por España. Los árboles de Birnam avanzan imparables para diluir, entre las hermanas fatídicas y las brujas de Macbeth, al exsecretario general, hombre de muy cortos alcances y larguísimas ambiciones. Tal vez Patxi López no sea una lumbrera pero se las sabe todas, disfruta de una sólida experiencia y comprendió a tiempo que la política capona de Sánchez no conducía a ningún caladero de votos sino a las dos máximas derrotas del PSOE, el centenario partido que engrandeció Felipe González.

Las ovejas merinas se agolpan para seguir al carnero adalid. Patxi López va a intentar pastorear un rebaño que bala disperso en diversos rediles. Los socialistas mantienen intacta su tendencia al bóvido y al pienso. Sánchez era políticamente zámbigo y zanqueaba. Patxi López es la seriedad, el sentido común, los pies en la realidad, el conocimiento exacto del ser socialista. Ha lanzado un órdago personal, consciente de que está haciendo equilibrios sobre el alambre de las primarias y la indecisión. Salvo algunos sanchistas iluminados, solo he oído elogios a su decisión incluidos los socialistas que aspiran a que sea Susana Díaz la lideresa elegida para timonear en el futuro la nave del PSOE. Una nave que, en la jerga marinera, tiene resquebrajadas las cubiertas, con los hombres agarrados a los obenques, mientras la botavara de la vela cangreja está abierta y la afilada roda machetea el mar, próximos todos a naufragar.

La especulación en Ferraz se ha disparado. Algunos creen que Patxi López introducirá en su redil a la oveja descarriada de Sánchez; otros piensan en un acuerdo con Susana Díaz, con el fin de que el PSOE presente un frente unido capaz de combatir las acometidas de Podemos. Todos tratan de averiguar la posición de Felipe González, que es la autoridad histórica y el hombre que desbarató por dos veces las maniobras enmascaradas de Pedro Sánchez para entregarse a Podemos, alzándose él con la presidencia del Gobierno. Tuvo la miel mucho más cerca de los labios de lo que cree la opinión pública y si no llega a ser por Felipe González padeceríamos hoy un Gobierno manejado por los podemitas.

Pesos pesados, algunos pesadísimos, me cantan las glorias de Susana Díaz. Tal vez tengan razón y la lideresa andaluza sea mejor que lo que se desprende de sus intervenciones audiovisuales porque España necesita un PSOE robusto que represente, como en las últimas cuatro décadas, al centro izquierda nacional, manteniendo de forma inequívoca su respaldo a la Constitución. Uno de los errores políticos más lamentables de Mariano Rajoy, tras las elecciones del año 2011, fue el intento de fragilizar al PSOE amparando a Podemos y entregando un canal de televisión a la sabia voracidad de Pablo Iglesias.

Y seguimos, en fin, en la política de corral, para desprecio del ciudadano medio. Casi todos nuestros dirigentes se mueven muy lejos de lo que escribió Winston Churchill, la primera cabeza del siglo XX: «El político se convierte en estadista cuando comienza a pensar en las próximas generaciones y no en las próximas elecciones».

Luis María Anson, de la Real Academia Española