EL MUNDO – 31/08/14
· Por pedir explicaciones públicas sobre su consejero Folguera y sobre irregularidades.
Las críticas a la gestión de la Junta Directiva de la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT) tienen su coste. Censurar que la presidenta Ángeles Pedraza haya contado como consejero con una persona que estuvo investigada en un feo asunto de venta de armas, o pedir explicaciones públicas por las denuncias de irregularidades realizadas por trabajadores es motivo de expulsión.
Así lo ha decidido Pedraza, con el apoyo de la Junta directiva. El pasado 14 de agosto notificó la expulsión de la asociación a una víctima del terrorismo, a una víctima de los atentados del 11-M, a una víctima que durante muchos años estuvo en primera línea en la lucha contra ETA formando parte de los servicios de Información de la Guardia Civil.
Pedraza ha decidido expulsar a Félix Jacinto Alonso Holguín por sus críticas a la asociación, según el escrito firmado por la propia presidenta y por el secretario de la asociación, Alfonso Eugenio Sánchez Rodrigo.
La AVT le había abierto un expediente el pasado 22 de mayo. Tras los trámites obligados y después de descartar las alegaciones presentadas por el expedientado, la AVT resolvió expulsarle por la publicación de una serie comentarios en su cuenta personal de Twitter en los que censuraba la actuación de la Junta Directiva de la asociación.
«Por conducta incorrecta que desprestigie a la asociación o perturbe los actos de ésta o la normal convivencia entre los asociados, por la inobservancia de las reglas de la vida asociativa o por el incumplimiento de las normas establecidas en los presentes estatutos», apunta la AVT en su escrito como razones de la expulsión.
Alonso Holguín se hizo eco en su cuenta personal de las informaciones de EL MUNDO sobre irregularidades en la gestión de la AVT y criticó la situación en la que se encontraba el que fuera el consejero de Pedraza en la AVT, Miguel Folguera, quien estaba bajo sospecha de estar implicado en un feo caso de compraventa de armas. De hecho, llegó a estar sentado en el banquillo de los acusados sin que en la AVT tomaran decisión alguna de apartarle.
El fiscal pidió cárcel para él. Finalmente, resultó absuelto porque el tribunal anuló la prueba fundamental, unas escuchas telefónicas. La trama de armas fue descubierta por la Guardia Civil durante las investigaciones tras el 11-M.
Alonso Holguín fue crítico por el hecho de que Folguera –que intentó sin éxito que el Ministerio del Interior le reconociera la condición de víctima del terrorismo– permaneciera en el cargo mientras pesaba sobre él la sospecha de estar implicado en este caso. En la fase inicial de las pesquisas también figuraba otro de los actuales integrantes de la Junta Directiva y que firma la expulsión de Holguín. «La fortaleza de la AVT era la inmaculada hoja de servicios de sus representantes. Ya [hace] tiempo que no [es así]».
La polémica en Twitter, en la que no participaba sólo Alonso Holguín sino también personalidades tan emblemáticas en el mundo de las víctimas como Salvador Ulayar, arrancó tras conocerse en ese momento que un delegado de la AVT, el consejero de Pedraza, estaba procesado por tráfico de armas. Alonso Holguín preguntó en Twitter: «¿Destino de las armas vendidas?».
El guardia civil expulsado también pidió explicaciones en esta red social tras las denuncias de ex trabajadores despedidos de la AVT de que en la asociación se llevaban prácticas cuando menos poco ortodoxas. Esos trabajadores revelaron cómo se estaban utilizando las identidades de socios de la AVT para crear la Plataforma de Amigos de la AVT, que estaba y está en manos de Folguera, el ex consejero de Pedraza. Esa cesión de información podía estar vulnerando la legislación sobre protección de datos. Alonso Holguín reclamó públicamente que el Gobierno, a través del Ministerio del Interior, abriera una investigación y clarificara la gestión de datos que estaba haciendo la Junta Directiva de la AVT.
EL MUNDO – 31/08/14