EL MUNDO – 12/01/16
· El ‘número dos’ de Rivera ve, sin embargo, «prácticamente imposible» un acuerdo.
· El líder del PSOE, Pedro Sánchez, confirmó ayer ante su Ejecutiva primero y ante los periodistas después que está firmemente determinado a ser presidente del Gobierno. Para ello, Sánchez quiere «tender puentes a izquierda y derecha», como dijo ayer.
Es decir, tratará de alcanzar un acuerdo con Podemos, pero también admitió por primera vez que buscará un pacto con Ciudadanos, un partido al que le unen, dijo, «muchísimos puntos en común».
Después de meses asegurando que Ciudadanos son «las nuevas generaciones del PP» o «la nueva derecha», ayer Sánchez aseguró que se ve capaz de alcanzar acuerdos con el partido de Albert Rivera «en materia económica, en medidas de regeneración democrática y en la reforma de la Constitución». Como con Podemos. «Nos une el cambio», aseguró rotundo en rueda de prensa en la sede federal del PSOE.
Eso sí, Sánchez respetará lo que él llama «los tiempos de la democracia» y esperará a que Mariano Rajoy trate de ser investido, ya que es el candidato del partido más votado. Cuando fracase –como todo el PSOE da por hecho–, Sánchez intentará alcanzar un acuerdo de amplio espectro con Podemos, Ciudadanos y puede que con otros, como el PNV e IU.
Fuentes de la dirección explican que Sánchez aún no ha comenzado sus conversaciones para buscar una mayoría alternativa a la de Rajoy. Como repite incansable, hay que ir «partido a partido».
De momento, las revueltas aguas del PSOE se han calmado casi por completo dos semanas después del turbulento Comité Federal del 28 de diciembre. En la Ejecutiva de ayer –donde hay representantes de todas las federaciones, incluida Andalucía y las más críticas– hubo absoluta unanimidad en insistir en el no a Rajoy a pesar del giro inesperado producido en Cataluña. Tampoco hubo una sola voz discrepante ante la posibilidad de que Sánchez trate de buscar acuerdos con Podemos, como confirmaron fuentes internas.
El líder de los socialistas aseguró que no buscará el apoyo de los partidos independentistas para su investidura (Democràcia i Llibertat o Esquerra Republicana) y defendió que estas formaciones se sienten «mucho mejor» con un Gobierno del PP que con uno del PSOE.
En su opinión, lo sucedido en Cataluña con la investidura de un presidente netamente independentista hace aún más necesario un cambio de Gobierno porque con Rajoy y el PP «se agravaría aún más la confrontación» con esta comunidad.
Sánchez ha pactado con sus barones convocar un Comité Federal para el próximo 30 de enero y así lo aprobó ayer la Ejecutiva. Ese cónclave aprobará el calendario del próximo congreso ordinario del PSOE, que el secretario general quiere que se celebre después de que se constituya el nuevo Gobierno de España, que espera presidir. «El tiempo de los españoles es el tiempo del PSOE», dijo Sánchez tanto dentro de la Ejecutiva como en la rueda de prensa. Y ningún dirigente, ni siquiera los andaluces, le replicó.
A pesar de la intención de Sánchez, para Ciudadanos hay pocas puertas abiertas. Su llave sólo acierta a abrir, a día de hoy, la de la gran coalición PP-PSOE-Ciudadanos. Así, el partido que preside Rivera cierra la opción de abrir la habitación que quiere mostrarle Sánchez: un acuerdo PSOE-Podemos-C’s. «Vemos complicado un programa de Gobierno que cuadre con Podemos y satisfaga a C’s. Lo vemos prácticamente imposible», explicó ayer José Manuel Villegas, vicesecretario general, informa Raúl Piña.
Para C’s, lo que le une al PSOE y a Podemos no es suficiente. «Nos separa trocear la soberanía nacional, la política económica, como el impago de la deuda, o su visión del euro».
EL MUNDO – 12/01/16