EL MUNDO – 17/09/16
· Pese a las advertencias de la presidenta andaluza y los barones, el líder del PSOE buscará tras el 25-S su «Gobierno del cambio» Los críticos exigirán responsabilidades si el resultado electoral es malo.
El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, está dispuesto a continuar con su hoja de ruta en busca de su «Gobierno del cambio» y a ignorar la rotunda opinión expresada esta semana por Susana Díaz y los principales presidentes socialistas: «Con 85 escaños no se puede gobernar». A pesar de la rebelión de los barones de esta semana, Sánchez se muestra seguro y va a hacer oídos sordos. Seguirá centrado en la campaña de las elecciones gallegas y vascas y, tras el 25 de septiembre, tiene previsto llamar a Pablo Iglesias y a Albert Rivera para explorar «un Gobierno regeneracionista y de cambio», como confirmaron ayer desde la dirección.
Pedro Sánchez se muestra fuerte y seguro a pesar de la rebelión de los barones de esta semana, como confirman fuentes próximas a él. Los presidentes autonómicos, históricos como Alfredo Pérez Rubalcaba y dirigentes cercanos a Eduardo Madina salieron en tromba el miércoles en defensa del presidente de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, que había pedido públicamente la abstención del PSOE para que gobierne Rajoy. Además, varios barones lanzaron duras advertencias en contra de que el secretario general encabece una alternativa frente al PP. Pero Sánchez va a hacer, de momento, caso omiso a estas reclamaciones.
Ayer mismo, el presidente del Gobierno de Aragón, Javier Lambán, sentenció ante su Comité Regional que Podemos y Ciudadanos son «el agua y el aceite», por lo que «ahora está absolutamente claro» que no es posible un Ejecutivo apoyado por ambos partidos.
En los próximos días, el líder del PSOE va a seguir centrado en la campaña electoral de las elecciones vascas y gallegas (hoy estará en San Sebastián y mañana en Villagarcía de Arosa). Pero tras el 25 de septiembre, Sánchez tiene previsto llamar a Pablo Iglesias y a Albert Rivera y tratar de que se sienten en la misma mesa para buscar alternativas al PP.
El portavoz socialista en el Senado, Óscar López, de la total confianza de Sánchez, lo explica gráficamente a este diario: «Hay tres opciones: que gobiernen el PP o Rajoy, que haya un Gobierno del cambio sin apoyo de los partidos independentistas o terceras elecciones. Nosotros estamos por el Gobierno del cambio, aunque sea muy difícil».
Fuentes próximas a Sánchez insisten en que él intentará que Ciudadanos y Podemos levanten sus vetos mutuos y se sienten a hablar para explorar puntos de encuentro con el PSOE. Eso sí, casi todos en Ferraz dan por hecho que Iglesias y Rivera no están por la labor de entenderse, como ya ocurrió en la pasada legislatura. Y que este esfuerzo puede terminar siendo inútil.
Después de los comicios gallegos y vascos, todos dan por hecho –tanto Ferraz como los barones– que habrá un Comité Federal, probablemente el sábado 1 de octubre, aunque aún no ha sido convocado.
Será en este cónclave donde los críticos darán la batalla en el caso de que los resultados de las elecciones gallegas y vascas sean malos, como prevén las encuestas. En ese supuesto, algunos de los dirigentes más enfrentados a Sánchez aseguran que exigirán responsabilidades al secretario general.
Los sondeos conocidos hasta ahora confirman la mayoría absoluta del PP en Galicia y el sorpasso de En Marea sobre los socialistas. En el País Vasco, las encuestas prevén que el PSE-EE pueda perder hasta la mitad de sus diputados, pasando de 16 a ocho. Tanto Ferraz como las direcciones del PSdeG y del PSE-EE aseguran que los resultados serán mejores que los que prevén las encuestas, pero los críticos no lo tienen tan claro.
Distintos dirigentes díscolos, entre ellos varios de los que se han rebelado esta semana, acusan a Sánchez y a su equipo de estar «enrocados en el no y sin presentar alternativas viables». Y consideran que los ciudadanos pueden castigar el bloqueo.
Ayer, Susana Díaz no quiso hablar más de la situación interna del PSOE y aseguró que lo hará en el Comité Federal que se convocará «seguro», dijo, tras los comicios. Cuando le preguntaron por una posible rebelión de los barones para forzar la dimisión de Sánchez, respondió escueta: «No sé de qué me está hablando».
El presidente de la Comunidad Valenciana, Ximo Puig, tampoco quiso ahondar ayer en las divisiones internas y advirtió: «Los partidos están al servicio de la sociedad; el ombliguismo no es el camino».
El plan de los barones pasa por que el PSOE exija la renuncia de Rajoy a cambio de una abstención. Pero aún no está claro si defenderán públicamente esta opción.
Varios dirigentes próximos a Sánchez apostarán por esta misma posibilidad si se confirma que el acuerdo entre Podemos y C’s es imposible. Pero ahora, señalan, «aún no toca».
La refriega interna de esta semana ha sentado muy mal en el PSE-EE y en el PSdeG. La candidata a lehendakari, Idoia Mendia, reclamó ayer a los dirigentes del PSOE que discrepen «dentro de los órganos del partido» por un «principio de lealtad». Por su parte, el candidato a la Xunta, Xoaquín Fernández de Leiceaga, no quiere entrar en nada distinto a los problemas de los gallegos y a sus propuestas para la comunidad. La presidenta de la gestora en Galicia, Pilar Cancela, ya reclamó silencio el pasado miércoles. Y advirtió a sus compañeros de otras federaciones que «el ruido no construye».
EL MUNDO – 17/09/16