EL MUNDO – 17/11/14
· Propone un «pacto ciudadano» que evite la ruptura.
Todo el PSOE arropó ayer a Pedro Sánchez para retar juntos a Mariano Rajoy y conseguir que se siente a negociar «ya» la reforma de la Constitución que los socialistas entienden como «la única salida» a la grave crisis territorial, social y política de España. La Declaración de Zaragoza insta al Gobierno y al PP a poner en marcha «de manera inmediata» los trabajos previos para alcanzar un «pacto ciudadano» que reforme la Carta Magna.
«La reforma constitucional se debe acometer sin prisa», como alertó la presidenta de la Junta de Andalucía y del PSOE-A, Susana Díaz, pero también sin pausa. Los socialistas insisten en abrir «el único camino» frente «al inmovilismo» de Rajoy y «la ruptura» de los independentistas o de Podemos: una «reforma parcial» de la Carta Magna que nazca de «un nuevo pacto ciudadano» y que convierta «la España autonómica en la España federal».
El PSOE defiende una reforma sin ruptura con el pasado que reconozca el legado de la Transición y resalte que la Carta Magna ha conseguido que hoy tengamos «la mejor de las Españas de nuestra historia». Es decir, un cambio legal de calado, pero parcial y pactado.
En la rueda de prensa posterior, Pedro Sánchez fue preguntado por la propuesta lanzada por el líder de Podemos, Pablo Iglesias, de «romper el candado de la Constitución». Sánchez le indicó que «las rupturas no son buenas» y que «los cambios tienen que ser a mejor, no a peor».
El jefe de la oposición urge especialmente a Mariano Rajoy a iniciar el diálogo, porque entiende que es el presidente quien debe liderar el proceso y no bloquearlo, ya que cuenta con mayoría absoluta.
Para empujarle, usará todos los recursos a su alcance. Si al final se sigue encontrando lo que llama «el inmovilismo del PP», planteará que la reforma constitucional se tendrá que hacer después de las elecciones generales de 2015, con la nueva mayoría que salga de las urnas, explicaron fuentes socialistas
Para investir su llamamiento de la máxima solemnidad, Pedro Sánchez reunió su Consejo de Política Federal en Aragón, puente entre Cataluña y el resto de España. En el palacio de la Aljafería –sede histórica del Reino de Aragón al que perteneció Cataluña–, Sánchez, los presidentes Susana Díaz y Javier Fernández (Asturias), los barones –incluido Miquel Iceta (PSC)– y miembros de la Ejecutiva como César Luena, Antonio Pradas o Susana Sumelzo aprobaron la Declaración de Zaragoza, que insta a «iniciar de manera inmediata» en el Congreso los trabajos previos para cambiar la Constitución.
El secretario general del PSOE comenzó su intervención lamentando que «ante la radicalización de la política en Cataluña», en Madrid hay «un presidente y un Gobierno que han planteado como único proyecto político el bloqueo institucional». Esta respuesta del PP «aumenta», dijo, «las posibilidades de que se eleve el independentismo en Cataluña». Sánchez cargó contra Rajoy por ser «un presidente que no ofrece señales de vida política inteligente» y estar protagonizando «la legislatura más mediocre de la democracia».
Desde la Declaración de Granada (julio de 2013) hasta la de Zaragoza, los socialistas han abrazado la reforma federal de la Constitución y la han ido concretando algo más. Pero aún no la quieren detallar para presentar una propuesta abierta al diálogo. Una reforma cerrada, consideran, sería impedir el diálogo antes de que se produzca.
Sánchez dejó claro ayer que deben ser todas las fuerzas políticas las que «delimiten el radio» de la reforma, no sólo el PSOE.
Los socialistas plantearán en las próximas semanas en el Congreso la creación de una subcomisión dentro de la Comisión Constitucional para que en ella se escuchen las propuestas de los expertos. Esta subcomisión reclamaría también su opinión a distintos órganos constitucionales y a las comunidades autónomas.
La Declaración de Zaragoza insta también al Gobierno a convocar «de forma urgente» la Conferencia de Presidentes para alcanzar un nuevo sistema de financiación autonómica.
Dentro del Consejo, Díaz planteó que la reforma constitucional ha de hacerse «sin prisas». Sus palabras se entendieron como un freno a la urgencia de los socialistas catalanes o del PSOE federal para impulsar cambios en la Carta Magna.
Posteriormente, tanto ella como Pedro Sánchez puntualizaron que no hay diferencias de criterio y que el PSOE andaluz quiere, con el de toda España y el PSC, avanzar en la reforma y sentar a todos en la mesa «cuanto antes».
La reforma que plantea el Partido Socialista tiene tres ejes: el primero es el territorial, ya que el Título VIII de la Constitución (que consagra la España autonómica) es «letra muerta», como dijo Díaz. La conversión de la España autonómica en una España federal no se plantea «como respuesta al independentismo», aseguro Sánchez, sino «a una exigencia latente desde hace muchísimos años».
El PSOE defiende que «Cataluña es parte inseparable de España», aunque aboga por reconocer en la Constitución sus «singularidades y hechos diferenciales», manteniendo la igualdad de todos los españoles y la soberanía nacional, como también puntualizó Susana Díaz, coordinadora del Consejo de Política Federal.
La Declaración de Zaragoza también carga contra Artur Mas, por haber «burlado su condición de representante de todos los catalanes» provocando «una grave fractura en una sociedad plural como es la catalana».
EL MUNDO – 17/11/14