LO QUE le ha pasado a Pedronono es que se creía Gulliver en el país de Liliput, y tras la debacle electoral en Galicia y el País Vasco, pensó que podía hacer como el náufrago en la isla de la gente diminuta, que lo había atado temerosa con sus cuerdecillas a la playa. Al despertarse, se soltó de un tirón, dijo que tenía hambre y se zampó todo lo que le trajeron: «bueyes que para él eran gorriones y cubas de vino que bebía como dedales». Como no tiene la bondad de Gulliver, gigante sólo entre enanos, Pedronono quiso soltarse antes de que lo ataran y convocó una especie de minipolitburó para un semisovietsupremo y retó a la gente menuda con primarias a la búlgara, creyendo que los críticos se retirarían a sus minisoluciones habitacionales. No pensó que su debilidad tras el naufragio galaico y el trompazo vasco ha convertido las cuerdecillas liliputienses en fuertes alambres que apenas le dejan alzar la cabezota, y que, al verlo exhausto, no le iban a dar de comer.
Como si, aunque ágrafo, hubiera leído a Swift, Marianono, el gigante de Brondingnag, ha visto peligrar su fácil victoria navideña y ha acudido en ayuda de Pedronono, pese a que éste profesa la religión nonoísta contra Rajoy. Y ha dicho que su único interlocutor en el PSOE es ese Pedronono hasta anteayer, presunto obstáculo para la gobernabilidad y grandeza de España, en realidad coartada para arrearnos de nuevo a las urnas.
El tercer episodio del náufrago Gulliver es el de Balnibarbi, feudo del reino de la isla flotante de Laputa, donde una colección de majaderos derrocha dinero público en absurdas investigaciones. En la obra de Swift, esta parodia de la Royal Society es la Academia de Lagado y estudia cómo sacar sol de los pepinos, ablandar el mármol para hacer almohadas o detectar a través de los excrementos a los sospechosos de oponerse al Progreso. Por la caca se sabe dónde está el fuego podemita. El barbichoto Igesiasnag, feudatario de Laputa, quiere lo mismo que el gigante: mantener vivo a Pedronono hasta el 18-D. Y ha atacado Liliput por los castillos rivales de Snchz. Tan zafia pinza ha encorajinado al pequeñamen y ha demostrado que lo que sostiene a Pedronono no es la militancia sino el común interés de PP y Podemos en zamparse en la noche del 18-D un estofado al sorpasso de Módena; y de postre, pionono, antes Snchz.