HERMANN TERTSCH, ABC – 30/08/14
· Rasmussen habló ayer de la crisis ucraniana con esa claridad y contundencia que le volvió a faltar a Barack Obama.
La OTAN advirtió ayer a Rusia que Ucrania podría ingresar en la Alianza como respuesta a la agresión militar rusa en curso. Y lo hizo horas después de que el Gobierno ucraniano anunciara que estudia solicitar el ingreso, ante los combates con tropas regulares rusas en su territorio junto a su frontera oriental. La condición de no alineado que tiene Ucrania es una deferencia a Moscú que carece de sentido cuando e l paíseso bjeto de una a bierta agresión rusa.
El secretario general de la Alianz a Atlántica , Anders Fogh Rasmussen, habló ayer con la claridad que es necesaria en unos momentos de máxima gravedad para Europa. Porque el presidente ruso Vladimir Putin ha puesto ya al continente al borde de un conflicto de imprevisibles consecuencias. Y parece haber perdido las últimas inhibiciones en su afán por desestabilizar Ucrania y, ya está clar o, arrebatarle parte de su territorio, como hizo en primavera con la península de Crimea. De consumarse esta nueva anexión, nos adentramos en unos tenebrosos tiempos conel co la ps o del der e c ho internacional y la convivencia pacífica. Y la existencia de una amenaza permanente para toda Centroeuropa cuando al Kremlin le parezca conveniente.
Con una Europa sumida en esa inseguridad puede despedirse de toda esperanza de recuperación económica quizás para lustros. Putin quiere aplastar la voluntad de los ucranianos y crear un colchón de inestabilidad entre las democracias y su Imperio. Por miedo no a la OTAN sino a la democracia. Que de florecer y prosperar en Ucrania sería imposible de evitar en Rusia.
Rasmussen habló con esa claridad que le volvió a faltar a Barack Obama. La falta de claridad y contundencia de Obama, ya proverbial, explica en parte la situación. Sin ella, Putin jamás se habría atrevido a llegar tan lejos en su aventura expansionista y agresora. La OTAN tiene que poner pie en pared. Habrá pronto una hora de la verdad. Y Obama tendrá que volver a cambiar su discurso. Eso ya es habitual.