Pincha Iglesias

ISABEL SAN SEBASTIÁN – ABC – 27/06/16

Isabel San Sebastian
Isabel San Sebastian

· El PP debe tomar la iniciativa, cerrar un pacto con Ciudadanos y presentar un candidato a la investidura.

Yasí es como, tras seis meses de parálisis, hemos vuelto a la casilla de salida para estar en una situación similar a la del 21-D, con la buena noticia, eso sí, del pinchazo espectacular de Podemos. Las cartas son las que son y con ellas han de jugar nuestros dirigentes políticos, conscientes de que no hay más prórrogas. Esperemos que en esta ocasión piensen en el interés general.

El PP celebra una victoria bastante más holgada que la obtenida el año pasado, insuficiente no obstante para imponer un gobierno a la medida de sus exigencias. La apelación al voto del miedo, también calificado de «útil», ha conseguido arañar ocho escaños a Ciudadanos y superar al PSOE en Andalucía, pese a lo cual la formación naranja consolida su presencia en el mapa político en circunstancias sumamente adversas. Unidos Podemos, a su vez, fracasa respecto a las expectativas de adelantamiento creadas por la fusión de las dos marcas, aunque dista de ser un fenómeno «friki», efímero y por ende inocuo.

Uno y otro constituyen realidades sólidamente arraigadas, si bien de sentido opuesto, toda vez que C´s representa una opción centrista por la regeneración del sistema constitucional, mientras que las huestes de Iglesias encarnan el discurso populista de extrema izquierda que desde el extremo opuesto ha arrastrado al Reino Unido al abismo incierto del Brexit. Un hecho que ha pesado mucho en el descalabro podemita. Hoy se certifica en todo caso la defunción definitiva del bipartidismo, el fin de las mayorías absolutas, que habrán de dar paso al inevitable entendimiento entre discrepantes, confiemos en que leales a la Carta Magna y la democracia. Esto es, entre PP, PSOE y C´s, ya que UP y separatistas juegan en otra liga.

Ni Mariano Rajoy ni Pedro Sánchez pueden permitirse el lujo de vetar los colores del otro. Sánchez menos aún que Rajoy, dado que ha empeorado los ya pésimos resultados conseguidos en diciembre. Rajoy con enorme humildad, ya que sus 137 escaños, por sí solos, no van a parte alguna. A Rivera le toca honrar la confianza depositada en él por esos tres millones de votantes que, en condiciones de máxima polarización, han creído en su limpieza y capacidad de tender puentes. Esta es su oportunidad. Va a tener que hilar muy fino, sabiendo que con menos fuerza es más decisivo que ayer.

La aritmética parlamentaria aleja el fantasma del Frente Popular, lo que constituye sin duda la mejor noticia de las elecciones. PSOE y UP no suman. Salvo que en esta ocasión los socialistas se presten a echarse en brazos del separatismo, Sánchez salvará el cuello, aunque no tocará poder. Rivera jamás se abstendría para hacer vicepresidente a Iglesias.

Y si algo queda claro en estas primeras horas es que los movimientos han de ser rápidos. No hay tiempo para el tancredismo. El PP debe tomar la iniciativa y ponerlo todo de su parte, incluyendo las cabezas que hagan falta, para, sobre la base de un programa reformista, cerrar un pacto con Ciudadanos que sume 170 escaños y pueda forzar, cuando menos, la abstención del grupo socialista. Debe presentar un candidato a la investidura. La jugada entraña riesgos, por supuesto, especialmente para el PSOE.

Ese Ejecutivo débil tendría ante sí a un adversario que trataría de aprovechar la exclusiva de la oposición. Pero más arriesgado sería seguir en la parálisis, aplazar reformas ineludibles y dar con ello nuevas alas al populismo. Más peligroso sería para el PSOE abrazarse al oso podemita en lugar de oponerse a él. Urge por ello que asistamos a un alarde colectivo de generosidad patriótica. Ahora es cuando vamos a ver si saben pensar en su país o priorizan la poltrona.

ISABEL SAN SEBASTIÁN – ABC – 27/06/16