Son muchas enmiendas y alguna de ellas muy vistosa. Proponen Sánchez y su tropa reformar la Constitución para incluir «el carácter plurinacional del Estado». Coño, como Bolivia. Al parecer este carácter plurinacional no llevará consigo el derecho a decidir. Coño, como Bolivia. De momento se conformarán con que el PSOE reconozca la plurinacionalidad de España. Que lo haga la Constitución va a ser más complicado. A mí me preocupa que la reivindicación plurinacional no deje espacio al pluralismo en el interior de las plurinaciones, sea lo que fuera que Sánchez entienda por esto.
En Barcelona se ha constituido una Plataforma per l’Autonomia de Barcelona, que pone al nacionalismo ante su espejo y reivindica la segregación de Barcelona y Tarragona de Cataluña. Con sus mismos argumentos: Barcelona aporta el 87% de los ingresos de la Generalidad y sólo recibe el 59%. Catalunya ens roba! ¿Quién podría discutirle a Barcelona su voluntad de constituir una comunidad autónoma fuera de Cataluña y dentro de España? Stéphane Dion lo contemplaba para partes de Quebec en la Ley de la Claridad.
Usted y yo, amable lector, estábamos de acuerdo con Edu Madina en que las dos elecciones que afrontó el PSOE dirigido por Sleepy Hollow fueron los peores resultados de su historia. No son valoraciones, sino hechos. Bueno pues la tropa del pedrisco no concibe esa razón. Los peores resultados fueron los de 2011, cuando el zapaterismo perdió 58 escaños. El problema es que en esa legislatura el PP perdió 63 escaños y el PSOE de Sánchez, no solo no aprovechó el desgaste del adversario, sino que perdió 20 escaños más y seis meses después perdió otros cinco, mientras el PP con sus recortes y su corrupción a cuestas ganaba 14.
Los chicos y las chicas de Sánchez deben de estar muy volcados en la batalla interna para erradicar a los barones, un asunto que no acabo de entender del todo. El PSOE copió las primarias de las presidenciales de EEUU. Al principio era para los candidatos a la Presidencia, pero como las primeras les salieron mal se cargaron al candidato. Ahora vuelven para la Secretaría General y ya no hacen falta para el candidato. Sánchez, que no está tan sobrado de talento como para despreciar la posible aportación de los barones, sigue con su vocación de cazatalentos en la búsqueda de mujeres fuertes. Después de Meritxell, mi Meritxell, vino Margarita y ahora parece que viene Adriana, que ingresó en las Juventudes a los 18 y desarrolló una brillante carrera a base de cargos orgánicos e institucionales. Las otras no hicieron un gran papel, pero tenían estudios, las cosas como son.