EL CORREO 20/11/13
· UPyD pide que se ilegalice el partido, mientras Covite anuncia una demanda para que la Fiscalía vasca impute a Hasier Arraiz
Un «paso atrás» y unas declaraciones «irresponsables». PNV, PSE, PP y UPyD cargaron ayer con dureza contra el presidente de Sortu, Hasier Arraiz, que el lunes, en una charla con militantes en Bilbao, descartó que la izquierda abertzale vaya a efectuar una revisión crítica de su pasado y de los años de seguidismo de la violencia terrorista. «No estamos dispuestos a rechazar ni revisar lo que hemos hecho y hacemos, lo que hemos sido y somos», advirtió el máximo representante del partido independentista, que aseguró que «hace 35 años» HB «hizo una elección acertada» al no tomar parte en las instituciones, apoyando así la estrategia militar de ETA.
Los partidos del Parlamento vasco vieron en estas palabras de Arraiz un respaldo de la actividad violenta y exigieron a Sortu una «rectificación». La formación abertzale se limitó a contestar por medio de una nota de prensa en la que sostiene que no se interpretó correctamente el sentido de la declaración de su presidente. El texto no aclara, sin embargo, qué quería decir el máximo dirigente independentista.
El comunicado de Sortu trataba de responder a la salva de reproches que había recibido Arraiz durante todo el día. Aunque con matices, todas las fuerzas coincidieron en exigir una rectificación por parte de la izquierda abertzale, al considerar que supone un aval a la historia de ETA.
El PNV ofreció una doble versión. La primera, más cautelosa, corrió a cargo del portavoz del Gobierno autónomo, Josu Erkoreka, que optó por lanzar balones fuera y negarse a realizar cualquier valoración por no conocer las palabras del dirigente abertzale en su «literalidad». «Es un terreno delicado y resbaladizo y emitir juicios de declaraciones que no se conocen sería una irresponsabilidad», dijo. Horas más tarde, responsables de prensa del Ejecutivo aseguraban a este periódico que la intervención de Arraiz tiene «la suficiente gravedad» y son «tan desafortunadas» que requieren de una aclaración por parte de la izquierda abertzale para saber «qué piensa de verdad».
Casi al mismo tiempo que Erkoreka eludía la cuestión, el parlamentario jeltzale Iñigo Iturrate tildaba de «torpeza inmensa» la intervención de Arraiz porque, a juicio de la formación nacionalista, supone «un paso atrás en el proceso que la izquierda abertzale está viviendo desde la aparición de Sortu». «Están todavía a tiempo de retomar la apuesta por las vías pacíficas y democráticas, y por el reconocimiento del daño causado», insistió Iturrate con la esperanza de que Sortu emita una «rectificación». El parlamentario acusó a Arraiz, incluso, de mantener un «doble discurso» en función de si habla ante los medios de comunicación o ante su militancia. «Esto se recoge muy bien en un refrán en euskera: ‘kalean uso, etxean otso’ (paloma en la calle, lobo en casa)», subrayó antes de atribuir las palabras del presidente de Sortu a un error, «bien por desconocimiento de lo que sucedió hace 35 años en este país o porque se ha equivocado».la actitud del día a día». «Me parece siniestro que se reivindique el pasado, que está lleno de apoyos tácitos y expresos al terrorismo». Pastor aseguró que son gestos como éste los que han provocado que los socialistas hayan abandonado la ponencia de paz del Parlamento ante la incapacidad de la izquierda abertzale de «realizar una revisión crítica de su pasado» y asumir «la parte de responsabilidad que le toca».
El PSE se sumó a la petición para que la izquierda abertzale abandone «la reivindicación del pasado», que los socialistas califican de «siniestro». El portavoz parlamentario, José Antonio Pastor, reprochó, entrevistado en Radio Nacional, que los estatutos de Sortu plasmen «cosas absolutamente contundentes» sobre el «rechazo de la violencia» y «la crítica del pasado», mientras que ese discurso no está «en
«Marcar una línea roja»
Las descalificaciones más duras llegaron desde la bancada del PP, UPyD y colectivos de víctimas como AVT y Covite. El portavoz popular, Borja Sémper, vio en las declaraciones de Arraiz que Sortu «asume como propio el pasado de ETA», lo que, en su opinión, supone realizar «apología del terrorismo y de ETA en toda regla». Ante esta actitud pidió al resto de fuerzas políticas «marcar una línea roja» a la izquierda abertzale «y a Arraiz como representante de esa apología de ETA». «PNV, PSE y PP tenemos que dejarles claro que Euskadi no acepta el chapoteo de Sortu en la historia de ETA», insistió. Y anunció que la polémica llegará al Parlamento vasco porque el PP presentará una moción sobre este asunto.
Las declaraciones del presidente del partido independentista también saltarán al plano judicial. Por un lado, porque UPyD exigió ayer al fiscal general del Estado que inicie el proceso para ilegalizar Sortu porque su máximo dirigente hizo «apología del terrorismo», incumpliendo de forma «flagrante» la ley de partidos «El problema es que hoy hay proetarras como Arraiz en las instituciones y es algo que no podemos consentir. Tienen que estar fuera», advirtió.
A esta tesis se sumó Covite, la asociación de víctimas vascas del terrorismo, que anunció que hoy presentará una denuncia contra el presidente de Sortu ante el fiscal superior del País Vasco. La agrupación entiende que las palabras de Arraiz vulneran el artículo 578 del Código Penal, que prohíbe «la justificación por cualquier medio de expresión pública» de los delitos vinculados al terrorismo.