A dos días del pleno de investidura, ambas fuerzas mantienen su fractura y se empeñan en presentar a sus propios candidatos
A dos días del pleno de investidura del diputado general en Guipúzcoa, la fractura abierta entre PNV y PSE-EE no tiene visos de cicatrizar. Tanto jeltzales como socialistas descartan acuerdos de última hora para evitar un gobierno de Bildu en el territorio y ven al candidato de la coalición soberanista, Martín Garitano, como el seguro ocupante de la presidencia foral, según coinciden fuentes de las dos formaciones.
Las negociaciones entre ambas partes siguen rotas desde el día 11, fecha en la que se constituyeron los ayuntamientos. El PNV no solo rechazó entonces apoyar a los socialistas en San Sebastián, Rentería y Andoain para desbancar a Bildu, sino que respaldó en Lasarte-Oria a la coalición de EA, Alternatiba e independientes para arrebatar esa alcaldía al PSE. Antes de esa fecha, peneuvistas y socialistas habían mantenido contactos discretos, que no se han vuelto a retomar. Los encuentros oficiales, celebrados en el Parlamento vasco a primeros de junio, tampoco se han repetido.
Las especulaciones sobre posibles presiones desde Madrid a socialistas y populares para que, «por responsabilidad institucional», apoyen al jeltzale Markel Olano y eviten así que Bildu se haga con el control del territorio, y la incredulidad que a muchos provoca el hecho de pensar que el PNV no vaya a gobernar la Diputación, hacen que nadie se atreva a dar por seguro que Garitano será investido diputado hasta que no se haga oficial. Ni siquiera los propios miembros de la coalición, que se agarran al manido dicho de que «la política es una caja de sorpresas y no hay que fiarse hasta el final». Pero lo cierto es que cualquier resultado que no sea una victoria de los soberanistas constituiría una gran sorpresa.
En principio, el PNV presentará a Markel Olano a la investidura y defenderá su programa. La formación jeltzale descarta cualquier acuerdo con los socialistas y también con Bildu, pese a que la semana pasada se reunieron para seguir contrastando proyectos y constatando discrepancias.
«Ni aunque nos expulsen»
Por su parte, los socialistas votarán a su aspirante, Rafaela Romero. En el PSE descartan de plano votar a Olano, incluso aunque hubiera un mandato desde Madrid. «No lo haremos ni aunque el mismísimo Rubalcaba viniera aquí. Casi prefiero que nos expulsen», señala un dirigente del partido.
La pérdida de Lasarte-Oria tras el apoyo de los dos concejales peneuvistas a Bildu eliminó de un plumazo cualquier posible apoyo socialista hacia los jeltzales. El partido estaba dispuesto a favorecer un gobierno foral del PNV si había un pacto global extendido a los ayuntamientos. Pero ahora, el PSE insiste en la contradicción política que supondría apoyar a un candidato, Olano, «que ha perdido las dos elecciones a las que se ha optado». El PP, por su parte, también está decidido a presentar a su candidato, Juan Carlos Cano, después de sus intentos denodados de llegar a un acuerdo a tres con PNV y PSE. El único grupo que podría respaldar a Bildu en la investidura de Garitano es Aralar.
EL CORREO, 21/6/11