El PSOE volverá a inclinar así la balanza en contra del PP y Ciudadanos y a favor de las tesis de Podemos y de los partidos nacionalistas e independentistas. Los diputados socialistas votarán en el Pleno del Congreso a favor de una proposición de ley del PNV y se abstendrán en otra similar del Partit Demòcrata Europeu Català (PDeCAT), la antigua Convergència. Las dos persiguen revertir la reforma exprés del Tribunal Constitucional (TC) que aprobó el PP en solitario el año pasado.
La intención de los nacionalistas vascos y catalanes (PDeCAT y ERC), PSOE, Podemos y Compromís es impedir que el TC pueda suspender en sus funciones a las autoridades o funcionarios que incumplan sus resoluciones. El Gobierno acometió esta reforma al final de la legislatura 2011-2015 para dotar al Alto Tribunal de más instrumentos para frenar el proceso independentista catalán.
El portavoz del PSOE en la Comisión Constitucional, Gregorio Cámara, explicó a este diario que aquella reforma «coloca al TC en una posición muy difícil», como han señalado muchos constitucionalistas, entre ellos el ex presidente del Tribunal Francisco Rubio Llorente. En su opinión, la reforma del PP era «una malísima idea para el Tribunal Constitucional y para España» porque puede solaparse con otros procedimientos constitucionales. «Los conflictos políticos se tienen que resolver con la política y no fiarlo todo a los tribunales y a las sanciones», manifestó.
El Grupo Socialista, sin embargo, no votará a favor de la proposición de ley del PDeCAT (la antigua Convergència), aunque persigue los mismos fines. Cámara aseguró que «está peor planteada en términos jurídicos y políticos».
Fuentes del PDeCAT lamentaron que los socialistas no quieran apoyar su proposición «porque la formula un partido independentista», a pesar de estar de acuerdo con ella.
La propuesta del PNV plantea que la reforma aprobada por el PP es inconstitucional porque sitúa al TC «por encima de otros órganos constitucionales en claro detrimento del principio básico de separación de poderes». Los socialistas también coinciden en la inconstitucionalidad de la reforma. Ello a pesar de que el propio TC ha avalado la constitucionalidad de esta reforma, en respuesta a un recurso también del PNV.
Además, los nacionalistas vascos plantean que la capacidad de suspensión que se introdujo en la reforma de la ley supone «una injerencia indebida, innecesaria y desproporcionada» de este órgano constitucional en los gobiernos y parlamentos autonómicos, eliminando en la práctica el aforamiento, previsto para garantizar la separación de poderes.
De aprobarse esta parte de la proposición, el TC sólo podrá castigar con multa a las autoridades que desobedezcan sus resoluciones, como ocurría hasta el año pasado.
Los socialistas ya rechazaron esta reforma exprés en 2015. De hecho, como destacan fuentes del Grupo Socialista, su voto a favor de hoy supone mantener la coherencia con lo defendido el año pasado.
El portavoz del PP en el Congreso, Rafael Hernando, consideró ayer «un gravísimo error» la decisión del PSOE y se declaró «muy sorprendido» por ello en declaraciones a Europa Press.
Hasta el momento, el TC no ha suspendido a ningún cargo, como está ahora previsto en la ley. Sí trasladó al fiscal un posible delito de desobediencia por parte de la presidenta del Parlamento de Cataluña, Carme Forcadell. Esa iniciativa ha terminado con su imputación ante el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña.
La propuesta del PNV incluye también eliminar el recurso previo de inconstitucionalidad que pactaron el PP y el PSOE. Los nacionalistas vascos consideran que se trata de «un auténtico veto político» a la reforma de los estatutos de autonomía y se convierte en «un control a priori y de carácter preventivo».
En este caso, los socialistas se posicionan en contra y así lo defenderán en las enmiendas que presentarán al proyecto de ley.