Pobre de mí, pobre de ti

Resuenan todavía las voces y lamentos rotos por el final de las fiestas de San Fermín. En la madrugada pasada, jóvenes y no tan jóvenes unieron su pena en la plaza del Ayuntamiento de Pamplona porque la fiesta se acabó, pero volverá el año que viene. Eso es lo sustancial, que los sanfermines son necesarios, lo demás, incluido los actores profesionales del monipodio español, contingentes. O eso cree uno.  Pero el pobre de mí suena también por las esquinas de una España desquiciada por un presidente que no gobierna, pero se sostiene a duras penas construyendo muros y comprando votos. O lo van sosteniendo aquellos que saben que la debilidad de Sánchez es directamente proporcional a su afán por destrozar el mapa de una nación cuyas costuras se van a abriendo a base de embestidas de toros mal encastados, mansos y peligrosos.

Por las calles de España vamos millones de españoles vela en mano entonando la canción del fin de los sanfermines, y así llevamos ya algunos años. Más de siete. Me pregunto cómo aguantamos tanto, y cómo aguanta el patrocinador de Ábalos, Cerdán, Koldo; el marido de la sedicente catedrática, el hermano del hermano enchufado, el yerno de Sabiniano, el que indulta y amnistía a delincuentes…Pobre de mí, pobre de ti. Las cinco, y no he comido, nos va diciendo el otro, mientras le salen canas y maquillan su cara como si fuera un cadáver. O lo es, aunque el estafermo se mueva, o lo muevan Otegi, Puigdemont, Junqueras y los educados chicos y chicas de Sabino Arana.

Hay que ser ingenuo para creer que el presidente adelgaza porque trabaja mucho. Trabajan los que lo sostienen en el gobierno, esos no paran. Esos que hablan del Estado antes que pronunciar la palabra España

Da grima escuchar a la ministra de Hacienda cuando explica a su gente que sí, que el presidente tiene mala pinta, los ministros, también; que están más delgados porque no paran de trabajar. ¡Trabajar sin presupuestos, el milagro de la cuadratura del círculo!

Pero de dónde sale esta mujer, de dónde ese público cautivo que aplaude ordinarieces y jalea mentiras cuando explica, o intenta explicar la financiación a medida que están preparando a Cataluña y pagaremos todos.

–Sí, amigos, el presidente tiene la cara más delgá o menos delgá. Estamos to el día empujando España, proclama Marichús Montero mientras el público pastueño y bien educado aplaude. Hay que ser ingenuo para creer que el presidente adelgaza porque trabaja mucho. Trabajan los que lo sostienen en el gobierno, esos no paran. Esos que hablan del Estado antes que pronunciar la palabra España. Los que hablan de la ciudadanía o de la sociedad civil para no decir españoles están a punto de darle el último bocado al perfil de una nación que está viendo como el partido de la igualdad, el que más se parece a los españoles, perpetra una medida más para hacernos distintos, desiguales, asimétricos.

Tengo un amigo tabernero -restaurador lo llaman ahora y él se muere de risa- que me dice que cuando vea en una carta un plato que se explica con dos frases desconfíe y prepare la cuenta. Y así, hay un sitio en la calle Ayala de Madrid que te venden dos huevos fritos con patatas y pisto por 24 euros. Los huevos son camperos clasificación USDA, procedentes de gallinas rubias criadas en libertad; patatas sevillanas de la variedad Baraka y el pisto, que es manchego, los despachan como verduras caramelizadas a baja temperatura durante una hora. Y así es como lo venden, que lo he visto yo. Claro, claro, amigo lector, lo hacen para que la final no lo entendamos y no sepamos que estamos comiendo, pero sí lo que nos están cobrando. Un riñón.

La financiación singular, que según Marichús Montero puede pedir hasta Castilla La Mancha, es sólo la fórmula según la cual, la bilateral Cataluña del educado Salvador Illa, tendrá una agencia tributaria propia, recaudará el 100 % de los impuestos

Cuando leo cómo este Gobierno utiliza la semántica a la hora de justificar sus políticas fiscales hago lo mismo que con los dos huevos fritos, me toco el bolsillo de la cartera porque alguien va a meter ahí su mano. Ayer se reunió la comisión bilateral Estado-Generalitat- lo de bilateral es para que el trago garrafón entre bien desde el principio- para formalizar la nueva financiación singular que gestione y recaude el 100% de los impuestos salvando los principios de solidaridad y ordinalidad para ese territorio del que hace dos años salieron siete votos traidores para que Sánchez fuera presidente. Y siga siéndolo. Lo llaman financiación singular, pero no es más que un sistema fiscal que vamos a pagar y soportar todos los españoles a Junqueras, por su apoyo incluso en tiempos de cerdanes, y a Puigdemont por sus votos. La financiación singular, que según Marichús Montero puede pedir hasta Castilla La Mancha, es sólo la fórmula según la cual, la bilateral Cataluña del educado Salvador Illa, tendrá una agencia tributaria propia, recaudará el 100 % de los impuestos y después de esto ya veremos que damos a la caja del Estado. Todo esto en nombre de un partido que se llama socialista, que se declara de izquierdas y progresista.

Marlaska en Londres

España es hoy la mismísima plaza del Ayuntamiento de Pamplona. Huele a cera y sudor humano. Pobre de mí, pobre de ti. No nos quejemos. No se olviden que tenemos un Gobierno que aunque no gobierna, tiene un presidente al frente con la cara más delgá o menos delgá. Y el resto de ministros to el día empujando por España.

-Oiga, ¿pero Marlaska?

–Marlaska en Londres, viendo la final de Wimbledon mientras en Torre Pacheco grupos ultras declaran la cacería al moro.

Carlitos, no te hagas muchas preguntas para saber por qué perdiste ante Sinner, bastaba con que miraras a la grada para saber desde el minuto uno lo que te iba a pasar.

Pobre de mí, pobre de ti. Pobres nosotros.