Podemos dejó ayer un poco más solo a Carles Puigdemont. El diputado y secretario de Relaciones con la Sociedad Civil de la formación morada, Rafael Mayoral, se mostró contrario a un referéndum unilateral de independencia en Cataluña en estos momentos porque considera que esa incoativa tiene que estar basada en el acuerdo para que sea «efectiva».
El principal objetivo del presidente de la Generalitat en los últimos meses ha sido el de tratar de incorporar al entorno de Podemos a su hoja de ruta. Desde que, en septiembre, la Generalitat cambió sus planes e incluyó un referéndum –pactado o unilateral– que no figuraba en el programa electoral de Junts pel Sí, la presión de los independentistas se ha cebado en ese sector.
Particularmente, a la Generalitat le interesa el espacio político que representa Ada Colau. La alcaldesa de Barcelona fue la invitada de excepción a la reunión del Pacto Nacional por el Referéndum del 23 de diciembre, aunque tras ese encuentro ya dejó muy claro que una eventual consulta debía ser consensuada, no unilateral. Además, rechazó la fecha de septiembre de 2017 para llevarla a cabo, que es a lo que se ha comprometido Puigdemont.
Rafael Mayoral se pronunció ayer en un sentido similar. En una entrevista con Europa Press el diputado respaldó la petición que ha realizado la formación hermana en Cataluña, En Comú Podem, de que se celebren elecciones y no un referéndum en esa comunidad: «Lo que digan los catalanes bien está».
Mayoral, que se declara «absolutamente respetuoso» con la voluntad de las catalanes y catalanas, explica que él es favorable a los «procesos participativos para conocer la opinión de la gente» y rechaza que puedan dar lugar a un procedimiento penal. Lo considera una «aberración» para cualquier sociedad democrática.
Pero dicho esto, el dirigente de Podemos considera que lo importante de un referéndum es que «sea efectivo». «Lo suyo es que pudiera ser un referéndum pactado», expone al tiempo que matiza que «ir otra vez a un proceso participativo» en estos momentos «no es lo que toca».
«Si realmente se quiere hacer efectiva una vía que decida los encajes territoriales en nuestro país, creo que tiene que ser basada en el acuerdo», afirma. Podemos y su entorno en Cataluña temen que el referéndum pueda convertirse en un remedo de la consulta del 9-N de 2014, que perdió legitimidad porque sólo los independentistas se involucraron en su celebración.
En este sentido, Mayoral recuerda que el propio Tribunal Constitucional planteaba en una de sus resoluciones que «es posible un referéndum pactado». Por ello, insiste en que cuando hay un «problema político lo interesante es que se solucione dialogando y que la gente lo decida».
Para ello, cree que hay que tener un «proyecto ilusionante» de país, que él considera que debe ser «plurinacional», en el que se reconozca la «identidad y se respeten las decisiones de la gente».
Sin embargo, cree que se ha llegado a esta situación en Cataluña porque se quebró el Estatuto de Autonomía del que se dotaron los catalanes. Para Mayoral, esto fue un «mal precedente» e insiste en ir a un proyecto «plurinacional» que reconozca el «derecho a decidir de los pueblos que lo integran».
Al ser preguntado cuál será su posición si finalmente el Gobierno catalán pusiera las urnas como ocurrió el 9-N, el diputado de la formación morada prefiere ser precavido y ver «si se convoca y cómo se convoca». «Creo que sería demasiado anticipar si hay o no hay convocatoria, cuando haya una convocatoria, veremos», explica y añade que la legalidad o ilegalidad de un referéndum es una «discusión jurídica apasionada».
En cualquier caso, Mayoral recuerda que, según los planteamientos de ERC y Convergència, la independencia se tenía que haber proclamado «hace tiempo» y sin embargo, «parece que no termina de cuajar». Añade también que «a priori» ese modelo «parte a la sociedad catalana por la mitad», y señala que «no se sabe muy bien quién tiene la mayoría, porque en las últimas elecciones no estaba clara la mayoría de voto».
Sin embargo, explica que lo que sí cosecha un apoyo mayoritario en Cataluña es «el derecho a que los catalanes decidan lo que tiene que ser su futuro». «Eso junta un 80%», asegura. Pero, añade, «lo que no se sabe es lo que saldría de esa consulta y tampoco se sabe lo que se preguntaría».
Sobre la posibilidad de una alianza electoral con el PSC, que los socialistas catalanes llegaron a barajar en la reciente celebración de su congreso, considera que «la falta de identidad del proyecto del PSC» no se la van a solucionar «las fuerzas del cambio».
En su opinión, este es un problema que tienen que solucionar ellos «en el rincón de pensar» pero «no planteando alianzas electorales con quien es hoy la alternativa al Gobierno de Rajoy cuando ellos pertenecen a una formación política que le sostiene».