Los actos de homenaje en memoria de Miguel Ángel Blanco por el 20º aniversario de su asesinato a manos de ETA están quedando enturbiados por el posicionamiento de Podemos, que está poniendo trabas o, directamente, negándose a respaldar las iniciativas que se están presentando en los distintos Ayuntamientos del país. El ejemplo más llámativo saltó ayer en Madrid, cuando la alcaldesa de la capital, Manuela Carmena, rechazó colocar una pancarta conmemorativa en la fachada del Ayuntamiento.
Carmena se ha negado a utilizar un lugar empleado en otras ocasiones para hacer bandera política de causas consideradas de máxima relevancia por el Gobierno local. Así ha sido con la acogida de refugiados, la lucha contra la violencia machista o la celebración del Orgullo Gay.
Sin embargo, la alcaldesa de Madrid dijo ahora no a la propuesta para recordar al malogrado concejal del PP bajo la excusa de no «menospreciar» a las otras víctimas. Algo que provocó ayer el enfado y las críticas no sólo del PP, sino también del resto de la oposición, PSOE y Cs. Su postura choca con la de Valencia, donde el ayuntamiento liderado por Compromís sí colocará la pancarta.
El desplante abre una división política inédita en torno al recuerdo de una figura que se convirtió en un hito en la lucha contra el terrorismo por, precisamente, haber unido a todas las fuerzas políticas y la sociedad. Lo que se considera que fue clave para precipitar el fin de ETA.
Este papel de referencia que las las formaciones políticas le reconocen a Blanco, incluido Podemos, contrasta con la manera con la que especialmente el partido de Pablo Iglesias, pero también el PSOE, están encarando los distintos homenajes. Hace una semana, EL MUNDO informaba de la situación que se está viviendo en la provincia de Cádiz, donde Podemos se ha desmarcado mayoritariamente de las iniciativas que se están votando en pleno para dedicar al edil asesinado el nombre de una calle o un espacio público.
Asimismo, las declaraciones de Podemos tampoco están siendo particularmente conciliadoras con el PP en este aniversario, al que están acusando de «intrumentalizar» de forma «torticera» la figura de Blanco «mientras usa su fundación para falsear facturas». Palabras que están disparando la crispación y enturbiando una semana simbólica.
«Para nosotros son iguales víctimas las de ETA, el 11-M o las de los crímenes del franquismo, porque son muertos sin ninguna culpa ni responsabilidad», manifestó ayer el alcalde de Cádiz, José María González, Kichi.
Desde Madrid, Pablo Echenique defendió esa posición escudándose en la autonomía de los ayuntamientos. En la suya propia reconoció que su partido no está promoviendo ningún tipo de homenaje. «No se ha considerado ese tema», admitió Echenique, para quien «un homenaje [a Blanco] siempre está justificado», aunque sea una decisión a adoptar por otros.
El portazo de Carmena ha sido sonoro y airadamente criticado. La alcaldesa justificó que no tiene «mucho sentido» poner una pancarta porque no hay que individualizar entre unas víctimas y otras. Este argumento encontró la réplica de Mari Mar Blanco, hermana del asesinado y hoy diputada del PP. «Recordarle a él es recordar a todos y a lo que pasó después, el espíritu de Ermua, la movilización ciudadana y como por primera vez la sociedad vasca y española se enfrentó cívicamente a los terroristas», dijo.
Después del revuelo causado por su negativa, Carmena ha convocado para mañana un acto en Cibeles para recordar, no específicamente a Blanco, sino a «todas las víctimas del terrorismo», incidiendo en su rechazo a hacer un acto de recuerdo propio al que fuera concejal del PP.
El PSOE, por su parte, sigue inmerso en un lío con este tema. Por un lado, la presidenta del partido, Cristina Narbona, recordó ayer a Carmena que Blanco «merece un reconocimiento» porque su muerte provocó «un movimiento imparable por parte de la sociedad vasca y española». Pero en la misma rueda de prensa, evitó censurar la actitud de los grupos municipales socialistas en Bilbao y en al menos tres municipios de Cádiz donde no han apoyado actos, informa Luis Ángel Sanz.
En este clima enrarecido, Ermua (Vizcaya) acogerá hoy el homenaje en la localidad en la que Blanco era concejal. Allí estará Podemos representado por su líder en Euskadi y otros altos cargos. Donde Podemos no estará es en el acto central organizado mañana en el Teatro Real de Madrid por la Fundación Miguel Ángel Blanco ya que ésta no ha invitado al partido de Pablo Iglesias por la actitud que mantiene. Sí lo ha hecho con las otras fuerzas nacionales.
UNA FACHADA UTILIZADA COMO ALTAVOZ PARA MUCHAS CAUSAS
El Ayuntamiento de Madrid – patrocinado por Podemos – se ha caracterizado por utilizar la fachada del consistorio como altavoz para promocionar distintas causas políticas. Algo que ahora Carmena niega con Miguel Ángel Blanco. La más conocida ha sido apoyar la acogida de refugiados, pero también hizo lo mismo contra la violencia machista o con la celebración del Orgullo Gay. Más polémico fue cuando en el distrito centro colgó una bandera indígena con motivo de la Fiesta Nacional del 12 de octubre.