EL MUNDO – 06/09/15
· La formación de Pablo Iglesias le relega a la lista de Málaga en las negociaciones para la candidatura conjunta
· Los nuevos líderes de Izquierda Unida no descartan el acuerdo.
· La confluencia entre Podemos e IU de cara a las elecciones generales tiene un precio, e Izquierda Unida empieza a asumirlo.
El partido de Pablo Iglesias ha puesto en marcha la negociación con unas exigencias muy altas: los candidatos de IU deben renunciar a sus siglas. Éstas se integrarían en una candidatura popular que se sumaría a Podemos en las papeletas. Ni IU ni Ahora en Común serían consideradas en ningún caso como sucursales de Podemos.
Esa premisa supondría, de facto, que Alberto Garzón renunciara a ser candidato a La Moncloa. El «encaje natural» dentro del proceso abierto para que se sumara a las listas de Podemos es que Garzón liderara una lista de unidad popular conjunta por su provincia, Málaga.
A esta propuesta, IU responde con un órdago: la celebración de primarias entre Pablo Iglesias y Alberto Garzón. Ambos han sido proclamados candidatos a La Moncloa por sus respectivos partidos en sus propios procesos internos de votación, por lo que una confluencia entre ambos requeriría unas primarias «superadoras», según entiende IU. «Generarían un debate político formidable», ha señalado a su entorno el coordinador andaluz de IU, Antonio Maíllo.
Éste es el fondo del acercamiento producido entre ambos partidos, que tiene su epicentro en Andalucía. Alertado por su caída en las encuestas electorales, Podemos busca sumar a sus listas a referentes de la izquierda y del mundo intelectual. Y Alberto Garzón es su primer objetivo.
Dada la debacle electoral de IU en Madrid, sus dirigentes temen que Garzón ni siquiera obtenga un escaño si encabeza la lista por la capital, como está previsto por ser candidato a la Presidencia del Gobierno. Por Málaga, e integrado en una candidatura popular con el apoyo de Podemos, se le auguran mejores resultados.
El diputado malagueño ha mostrado a Podemos su interés en sacar adelante esta fórmula de confluencia, que cuenta con una importante resistencia de la vieja guardia de IU y, especialmente, del PCE, que domina la coalición.
Los dirigentes más jóvenes, como el coordinador andaluz, Antonio Maíllo, y el propio Garzón, sí buscan esa suma de esfuerzos y se muestran «ilusionados» en este proceso, dispuestos a renunciar a sus siglas y a la candidatura a La Moncloa.
«Nuestra apuesta sigue siendo claramente la unidad popular. En este sentido, Alberto no tiene problema en participar en procesos de primarias y en los debates que se den en estos espacios», aseguran desde IU.
Los dos partidos niegan la existencia de negociaciones formales sobre la confluencia
Pero lo cierto es que de la negativa rotunda de Pablo Iglesias a IU en julio se ha pasado ahora a la búsqueda de espacios en común. Y la prudencia se impone en ambas filas por sus propias tensiones internas.
¿Hay posibilidades de que Garzón sea candidato por Málaga? «No estamos en ese momento. Estamos en el debate programático. Cuando haya confluencia política se verá. Si se produce, las marcas y los puestos en las listas serán un asunto menor», aseguran en IU.
Como condición previa, mantienen que cualquier acuerdo final con Podemos debe tener ámbito estatal. «No vamos a estar diluidos o troceados ni vamos a desaparecer. Tampoco contemplamos acciones individuales como plantean con Garzón. IU va a estar cohesionada y vamos a ir todos a una con la decisión que tomemos», explican.
Enfrente, Podemos no facilita el acuerdo
Fuentes de su dirección aseguran que en ningún caso va a producirse un proceso de convergencia estatal con IU. En este sentido, limitan la confluencia a candidaturas provinciales en las que pueden estar integrados dirigentes de IU. Pero nunca con esa formación como tal ni con su «sucursal», Ahora en Común. Al igual que IU, Podemos debe superar tensiones internas para iniciar este proceso. La Ejecutiva de Pablo Iglesias se ha encontrado con severas críticas al proyecto personalista y centralista que puso en marcha para la construcción del partido.
Destacados barones regionales como Teresa Rodríguez o Pablo Echenique abogan por la recuperación del ADN de Podemos, basado en la participación popular y la democracia interna. A ese frente se suman los alcaldes del cambio, fruto de las candidaturas de unidad popular apoyadas por Podemos, y que ahora marcan distancias con el partido de Iglesias.
El viraje hacia la confluencia supone ceder a esas presiones, por lo que la dirección lleva las riendas del proceso con suma prudencia. De hecho, casi un centenar de militantes andaluces amenaza con escindirse de Podemos tras constituir la corriente crítica interna Andalucía desde abajo (Andamos).
En una asamblea celebrada ayer en Córdoba, este sector se constituyó como «frente de acción política» y estudia convertirse en partido político. «Queremos cambiar el concepto y hablar más de movimiento de participación», anunciaron.
Casi el 85% de los participantes aprobó la propuesta, que vuelve a señalar a la dirección estatal de Podemos que parte de sus bases apuestan por confluir con otros colectivos y plataformas.
EL MUNDO – 06/09/15