En Galicia, los socialistas sólo perderían dos de los 18 escaños actuales, pero dejarían de ser la principal fuerza política de la izquierda, ya que En Marea les igualaría en número de escaños y porcentaje de votos. La coalición de izquierdas se beneficiaría igualmente de la pérdida de apoyo electoral del BNG, que conservaría sólo dos escaños, y del trasvase de electores socialistas, desencantados con la actitud ambigua del PSOE.
Unos resultados que tendrían que hacer reflexionar a Sánchez sobre su gestión, porque los votantes están abandonando sus siglas en favor de las coaliciones nucleadas en torno a la formación de Pablo Iglesias. Si bien en las elecciones generales del pasado junio no se produjo el sorpasso anunciado por Unidos Podemos, lo que podría suceder en Galicia y País Vasco, de confirmarse estos pronósticos, sería el primer paso del desmoronamiento del PSOE como alternativa de Gobierno. Una mala noticia para todos, porque si Podemos se convirtiese en la referencia de la izquierda electoral España entraría en una peligrosa deriva que pondría en riesgo su estabilidad. Pedro Sánchez no sólo es el responsable de que no haya un Gobierno en nuestro país, al negarse a abstenerse y facilitar la investidura de Mariano Rajoy, sino de haber convertido a un partido histórico clave para la gobernabilidad en una opción sin capacidad de influencia. España necesita que el centro izquierda sea liderado por alguien capaz de frenar su caída y de evitar que la izquierda radical tenga opciones reales de llegar al poder.
Por su parte, Núñez Feijóo repetiría mayoría absoluta por tercera vez consecutiva, algo que no sólo consolidaría al PP en aquella comunidad, sino que convertiría al líder gallego en un serio candidato para dar el salto a Madrid y situarse en una inmejorable posición en la carrera para suceder a Mariano Rajoy. Feijóo es hoy el barón territorial que mejores números puede aportar dentro de un partido que ha perdido poder e influencia en la mayor parte de las comunidades. En Euskadi, sin embargo, el PP seguiría retrocediendo, al perder dos escaños y un punto en intención de voto. No obstante, el hecho de que el PNV quede lejos de la mayoría absoluta, lo convertiría en un potencial aliado de la formación nacionalista para llegar a Ajuria Enea. Aunque lo normal es que el PNV recurra al PSOE, como ha ocurrido históricamente, va a necesitar la abstención de los populares para poder gobernar, ya que entre los dos no suman los suficientes escaños para alcanzar la mayoría absoluta. Un apoyo que la formación nacionalista podría devolver en caso de que Rajoy intentase tras las elecciones autonómicas repetir como candidato a la investidura.
Es de destacar la bajada de EH Bildu, que perdería cinco escaños y casi cinco puntos en intención de voto. Los abertzales mantienen aún una presencia importante en el Parlamento autonómico, pero el ascenso de Podemos va reduciendo paulatinamente su presencia en la sociedad vasca, que aspira a superar cuanto antes las secuelas del fin del terrorismo etarra.
Finalmente, las encuestas del CIS constatan la nula implantación de Ciudadanos en estas dos comunidades, en las que sólo tendría oportunidad de conseguir un escaño en Galicia.