ABC 17/05/16
· Ciudadanos, principal damnificado de la coalición UP, requerirá 9.000 votos más
La coalición de Podemos e IU es la principal novedad ante las elecciones generales del 26 de junio, y servirá al bloque de la izquierda para optimizar mejor el número de votos que necesitará por escaño conseguido. El partido que más «sufrirá» en las urnas por esa alianza es Ciudadanos: si se repitiesen los resultados del 20-D, necesitaría 9.000 votos más por cada diputado obtenido, según un informe de GAD3. Esa será una de las claves decisivas en las próximas elecciones generales.
El bipartidismo La campaña ya no girará en torno a lo nuevo frente a lo viejo, y los partidos tradicionales tendrán más fidelidad respecto al 20-D El centro-derecha y el voto La coalición UP obligaría al centro-derecha a sumar 5.000 votos más por escaño
1 El partido de Iglesias rentabiliza su caída
Que Podemos sale ganando con la coalición Unidos Podemos es una evidencia desde el mismo nombre. Pero ahora se ha cuantificado: si en diciembre cada escaño que obtuvo le costó 75.000 votos, ahora, en coalición con IU, el coste bajaría a 61.000. Una «rebaja» que beneficiará también a la otra parte de la alianza, IU: el 20-D necesitó 462.000 votos por escaño, y ahora solo requerirá esos 61.000. El partido de Pablo Iglesias compensa así la caída clarísima que estaba registrando en todas las encuestas.
2 La formación de Rivera, la más castigada
El cuarto partido nacional en las elecciones del 20 de diciembre, Ciudadanos, sería el más castigado por los efectos de la coalición electoral Podemos-Izquierda Unida. Según el estudio de GAD3, si el 20-D necesitó 88.000 votos por escaño, ahora tendrían que ser 97.000, nueve mil más.
3 El bloque de centroderecha sale perdiendo
Si se analiza la optimización de los votos por bloques ideológicos, la conclusión es rotunda: con los mismos resultados que los del 20-D, el centro-derecha necesitaría 5.000 papeletas más por escaño, ante la participación de la coalición Unidos Podemos. Con el bloque de izquierda (Podemos, IU y PSOE) ocurre al contrario: cada uno de sus diputados «costaría» 5.000 votos menos. En el bloque nacionalista, la presencia de la coalición UP también les afecta. Necesitará 3.000 votos más por diputado.
4 La participación en las urnas, a la baja
Junto a la optimización del voto, otra de las claves en las elecciones del 26 de junio será la participación en las urnas, que será sensiblemente menor a la registrada el pasado 20 de diciembre, cuando alcanzó el 73,2 por ciento. En esta ocasión, podría bajar alrededor de cinco puntos, un descenso que afectaría más a los partidos nuevos que a los tradicionales.
5 Previsible caída del voto joven
La más que previsible caída de la participación se dejará notar sobre todo en un aumento considerable de la abstención entre los jóvenes, y podría ser significativa también en la costa. Podemos fue la fuerza hegemónica el 20D entre los menores de 29 años, y en ese grupo de edad la abstención va a ser ahora mayor. De ahí que la optimización de su voto, gracias a la coalición con IU, pueda ser clave para este partido. Además, las elecciones se celebrarán ya en verano, la segunda vez en la historia que ocurre algo así (después de los comicios del 22 de junio de 1986). Será el primer fin de semana con los niños sin colegio y puente de San Juan. Se espera una mayor caída de la participación en los núcleos urbanos, y menos en el mundo rural, donde el PP, por ejemplo, está más fuerte que Ciudadanos. En los municipios menos poblados, el bipartidismo clásico es mayor, y la participación será más estable.
6 Los partidos nuevos «han envejecido»
Hay otra diferencia destacable en las elecciones del 26 de junio respecto a las del 20 de diciembre: los partidos emergentes ya no lo son tanto. En estos meses todas las formaciones políticas han tenido tiempo de retratarse, de mostrar sus fortalezas y debilidades, y los nuevos han perdido, para bien o para mal, esa aura de novedad. Los ciudadanos ya los conocen, han visto sus armas y sus prioridades a la hora de negociar. Eso puede pesar en el sentido del voto en las urnas. Los emergentes «han envejecido» rápidamente, en expresión de Narciso Michavila, presidente de GAD3. Ante ellos, el «bipartidismo» tradicional, el Partido Popular y el PSOE, contarán con un votante más fiel en los próximos comicios.
7 Los culpables, «los políticos»
Si los partidos nuevos ya han envejecido, la percepción en la calle sobre quiénes son los «culpables» también ha cambiado. El 20-D, los partidos tradicionales eran para una parte importante del electorado los «malos», los responsables de la crisis. Ahora, los «culpables» de volver a las urnas son los «políticos» en general. El discurso de campaña se modificará.
8 El PP, en el 30 por ciento de los votos
Hace un mes parecía improbable, pero el PP podría llegar al 30 por ciento de los votos (28,7 por ciento el 20-D, con 123 escaños). El PSOE, sin embargo, no parece tener asegurados ni los 90 diputados que obtuvo en las urnas.
9 El posible «salto» de la coalición UP
La coalición Unidos Podemos podría estar probablemente por delante del PSOE en número de votos en las próximas elecciones, según GAD3, aunque se ve mucho más difícil que se produzca el «salto» en escaños. El PSOE seguiría siendo el segundo partido, detrás del PP, que estaría a más de un millón de votos por delante de UP.
10 Andalucía, territorio clave el 26-J
No solo es la comunidad autónoma donde se eligen más diputados (61, un 17 por ciento del total), sino que es un territorio donde los partidos «tradicionales» han aguantado mejor la presión de los emergentes. De hecho, el PP obtuvo más votos en Andalucía que en la Comunidad de Madrid, y el PSOE logró un 31,5 por ciento de los votos, solo superado en Extremadura (36 por ciento). Entre PSOE y PP sumaron 43 escaños de los 61.