Cristian Campos-El Español

Como dice David Martínez en Twitter, lo 2º más lamentable de ese vídeo en el que un tal Willy acosa al hermano de Isabel Díaz Ayuso mientras camina por la calle es el estado de forma del acosador. 

Lo 1º, obviamente, es el hecho de que se persiga y se ponga en la diana a un ciudadano inocente acusándole de un delito que tanto la Fiscalía Anticorrupción española como la europea confirmaron hace meses que no existió jamás. Pero, sobre todo, que lo haga alguien a sueldo de Pablo Iglesias. Recordemos, exvicepresidente del Gobierno y líder en la sombra de Podemos, partido que gobierna este país en coalición con el PSOE.

Tanto quejarse de IndaNegre y Alvise cuando lo que tenía Pablo Iglesias era celos. Habrá, en cualquier caso, que darle la enhorabuena. Su Canal Red ya es el líder indiscutible de esa cloaca mediática que él tanto ha denunciado. Profecía autocumplida.  

***

Todos los totalitarismos necesitan un Goldstein que canalice la violencia reprimida de sus acólitos. El Goldstein de Podemos es el hermano de Ayuso, y sus dos minutos de odio son esta campaña electoral. 

Para más información al respecto, léase 1984 de George Orwell

***

Hablábamos el jueves de la sobrenatural sintonía del CIS con las necesidades de Tezanos, que son las mismas que las de su partido, y ayer viernes tuvimos noticia de una segunda sintonía sobrenatural. La de la Fiscalía Anticorrupción, que ha pedido 15 y 9 años de prisión para Alberto Luceño y Luis Medina, con Podemos, que ha encontrado en el hermano de Ayuso el trampolín que le permitirá saltar por encima del porcentaje de votos necesarios para entrar en la Asamblea y el Ayuntamiento de Madrid. 

La ministra de Derechos Sociales, Ione Belarra, este miércoles en el Congreso de los Diputados. Alejandro Martínez Vélez Europa Press

¿El punto en común entre ambos? Ninguno. El hermano de Ayuso es un ciudadano inocente víctima de la peor pena de telediario posible, la que sobrevive incluso al archivo de la causa, mientras que Luceño y Medina han sido acusados de un delito de estafa del que fue víctima el Ayuntamiento de Madrid

Pero la coincidencia de ambos asuntos en los medios hace que, como por arte de magia, el foco de la campaña electoral pase de ETA a las mascarillas. Esas que, en el relato del populismo, sirvieron para que Ayuso, su hermano, Almeida y el primo de Almeida se hicieran millonarios durante la pandemia.

Por supuesto, el relato es una fake new al más puro estilo trumpista. Pero desde 2018 a esta parte, en este país ya vale todo

***

«No comprendo que un gay vote a la derecha» dijo ayer Yolanda Díaz. Es obvio que no es lo único que no comprende. No comprende, por ejemplo, que los gais no son lemmings, ni clones fabricados a partir de un gay matriz original, sino seres humanos.  

Mención aparte para ese intento de convertir a Jorge Javier Vázquez en el pensador de referencia de la extrema izquierda. ¡Por fin le sale competencia a Enric Juliana!

***

Insiste Ayuso con ETA. Nadie le va a negar a la presidenta su intuición a la hora de identificar los puntos débiles de sus rivales. Pero el asunto, que ya le ha dado al PP todos los réditos electorales que podía darle, no durará vivo ni siquiera 48 horas más.

El PP, además, no conservará la iniciativa si Ayuso no cambia de canción. La ilegalización de EH Bildu no es sólo un imposible jurídico y una estupidez política (la medida beneficiaría a los aberzales) sino también un filón agotado que le da a sus rivales políticos la excusa para incidir en las discrepancias entre ella y Alberto Núñez Feijóo.

***

El detalle más significativo del debate del martes en Telemadrid fue el silencio de Juan Lobato (PSOE) y Mónica García (Más Madrid) cuando Alejandra Jacinto (Podemos) arremetía contra ellos, buscaba el cuerpo a cuerpo con todos y contra todo, y repetía su nombre sin cesar para fijarlo en la memoria de unos votantes que no la conocen. 

El porqué de ese silencio es evidente. Ni Lobato ni García quieren enfrentarse a con ella. Ambos necesitan que Podemos entre en la Comunidad y el Ayuntamiento. Así que Alejandra Jacinto tiene vía libre a pesar de que, como candidata de Podemos, es una de las principales responsables del ruinoso estado de la izquierda española hoy. 

***

Difícil saber qué dicen las encuestas internas de los partidos, que todos guardan bajo llave. Off the recordtodos dicen estar convencidos de que este 28M obtendrán un resultado muy por encima de las expectativasOff the record, todos afirman que todos los sondeos son imposibles de creer, excepto los propios. El imposible matemático se resolverá el domingo de la semana que viene a partir de las 20:00. Pero la apuesta sigue siendo la misma que al principio de la campaña: el PP 500.000 votos por encima del PSOE, el PSOE en retroceso pero mejor de lo esperado, Podemos resistiendo frente a Yolanda Díaz, Vox ligeramente por encima de sus resultados de 2019.

«Algo debe cambiar para que todo siga igual» será el previsible resumen de estas elecciones. Quien espere una revolución demoscópica se sentirá defraudado este 28M.

***

Anteriores entregas de Maldades de campaña:

Día 1 de campaña: La campaña empieza en Barcelona con la tradicional pegada (de mamporros)

Día 2 de campaña: El combate del siglo: ETA y los okupas contra Joe Biden

Día 3 de campaña: A Bildu le molesta «el ruido de Madrid» y pide silencio sepulcral

Día 4 de campaña: Pablo Iglesias amenaza con generar «conflicto» y ERC se estrella en Barcelona

Día 5 de campaña: En el PSOE no son conscientes aún, pero el hechizo se ha roto

Día 6 de campaña: El nuevo Bildu: mismo sabor, un 15% menos de terrorismo

Día 7 de campaña: Los españoles son los seres vivos que más se parecen al PSOE, según el CIS 

Día 8 de campaña: ¿A quién estarán votando en realidad los votantes de Ciudadanos el 28M?