ABC 08/09/16
· Urkullu, que borra de su programa la fecha de la consulta soberanista, busca socio moderado
El PNV de Iñigo Urkullu acude a las urnas el 25 de septiembre con el susto en el cuerpo después de que Podemos le haya arrebatado la primera plaza en las dos últimas convocatorias de elecciones generales (48.000 votos más). Aunque los gobernantes nacionalistas saben que el votante vasco se comporta distinto en una cita autonómica, en la sede de Sabin Etxea ya tienen preparada la calculadora en busca de socios con los que frenar el avance de la izquierda radical en el Parlamento vasco, que ahora es doble: por un lado los de Pablo Iglesias y por otro su rival tradicional, EH Bildu. Los socialistas son hoy en las instituciones vascas el gran sostén del PNV, pero la demoscopia apunta a que la suma de ambos será insuficiente.
Un sondeo realizado por ETB y difundido ayer otorga la victoria al PNV, que se mantendría en sus actuales 27 escaños de 75. La cadena pública vasca mantiene a EH Bildu como la segunda fuerza, con 17 escaños, cuatro menos de los que tenía ahora. La vieja Batasuna lleva un año compitiendo con Podemos para cortejar a los electores vascos jóvenes, más seducidos por la nueva oferta antisistema de Podemos, alejada de la sombra de ETA. Bildu no podrá presentar a su candidato inhabilitado y condenado por terrorismo, Arnaldo Otegui, pero buscará protagonismo victimista toda la campaña.
El partido de Pablo Iglesias, que superó en junio al PNV en 48.000 votos en las elecciones generales, obtendría hasta 14 diputados en su primera aparición en la Cámara autonómica vasca. Presenta como cabeza de lista a Pili Zabala, hermana del etarra José Ignacio Zabala, asesinado por los GAL en 1983. Sin experiencia política previa, es la gran incógnita del 25-S.
Según la misma encuesta, el PSE, encabezado por la que fue portavoz del Gobierno de Patxi López, Idoia Mendia, perdería la mitad de su electorado (8 diputados, ahora tiene 16), lastrado sobre todo por Podemos.
Los populares de Alfonso Alonso retrocederían dos asientos y se quedarían con 8, un resultado insuficiente, pero que convierte al partido de Mariano Rajoy en necesario si el PNV opta por la senda de la estabilidad y no consigue sumar solo con el PSE. El bloqueo a la investidura en el Congreso al PP complica sobremanera esta entente. Ciudadanos, que entra en el bombo vasco por primera vez, recogería el testigo de UPyD y obtendría un único asiento en Vitoria.
El lendakari en funciones, Iñigo Urkullu, el único candidato que repite, ofreció ayer pistas de su apuesta por la moderación en la prestenación del programa electoral. El PNV ha borrado del documento la fecha para la consulta soberanista, que sí incluyó en la campaña de hace cuatro años. Ante la grave crisis institucional que vive Cataluña, los nacionalistas vascos rechazan la «vía unilateral» independentista y piden actualizar el Estatuto vasco «desde la legalidad».