EL MUNDO – 29/05/15
· Descongelan relaciones y abren el diálogo para pactar, por ahora, en las autonomías.
· Hubo un tiempo en que el PSOE era «casta» para Podemos y hubo un tiempo en que Pedro Sánchez no pactaría con el «populismo» de Pablo Iglesias.
Hoy, en cambio, ambos partidos asumen que se necesitan en municipios y comunidades autónomas para desalojar al Partido Popular y parece que también empiezan a asimilar que, en el juego de las mayorías del mañana, también se necesitarán los dos en el Congreso.
Condenados a entenderse tras el veredicto de las urnas el pasado 24 de mayo, Podemos y el PSOE han abierto en los últimos días una nueva etapa en la que dejar atrás aquellos prejuicios que habían lastrado las relaciones entre ambos. Todavía están en una fase inicial, y hasta dentro de unas semanas no habrá resultados concretos, pero la apertura del diálogo ya es en sí un reconocimiento formal de que algo ha cambiado en las sedes de Ferraz y Princesa.
Es más, incluso no se descarta que Iglesias y Sánchez se reúnan en persona durante la próxima semana en Madrid, como ya hicieran hace un mes Carolina Bescansa (Podemos) y el socialista Patxi López en el primer movimiento para descongelar las relaciones. Lo que ya es seguro es que al menos volverán a hablar, como ya hicieron el miércoles.
Las dos formaciones han dado un paso adelante para entenderse y tienen ahora encima de la mesa la posibilidad de cerrar pactos postelectorales en municipios como Madrid, Barcelona o Zaragoza –para aupar a las candidaturas de «unidad popular» participadas por Podemos–, y en comunidades autónomas como la Valenciana, Castilla-La Mancha, Baleares, Extremadura y Asturias, donde Podemos podría respaldar a un presidente socialista pero nunca entrar en ese Gobierno.
«Ahora Pedro Sánchez me llama y antes no me llamaba», señaló ayer en rueda de prensa el líder de Podemos, en lo que calificó como un «gesto revelador» de que la relación ha «cambiado». Iglesias celebró que el «tono» en el que «parece» estar ahora el PSOE hace que «se pueda hablar de otras cosas de las que antes no se podía hablar». Por ejemplo, medidas para un «rescate ciudadano», la regeneración democrática o la «tolerancia cero» con la corrupción. Y es que de dentro de estos capítulos genéricos saldrán la mayoría de las condiciones que Podemos planteará al PSOE durante las negociaciones que, a partir de la próxima semana, se llevarán a cabo en las distintas comunidades autónomas.
«[La nueva situación] nos sitúa en una posición para poder hacer exigencias y poder lograr cambios», dijo Iglesias, quien atribuyó a Podemos la capacidad de «condicionar la rectificación de otras fuerzas políticas», como afirmó que había sucedido con el PSOE. En cambio, éste negó que su partido haya modificado su discurso para acercarse a los socialistas, a los que se tachaba de ser «casta» y a los que ahora se tiende la mano.
Iglesias sostuvo que había sido exclusivamente el PSOE el que había «cambiado» su postura en relación a las «puertas giratorias», la «regeneración democrática» y «la lucha contra la corrupción». «Nosotros seguimos firmes en las mismas posiciones. Los que han dejado de decir que no van a pactar con el populismo son otros», apuntó el dirigente de Podemos, que recordó que ya decía que si el PSOE «daba un giro de 180 grados» podrían «entenderse».
Por el momento, el PSOE y Podemos no han entrado en detalle, pero según reveló Iglesias en la charla con Sánchez hubo buenas palabras y parece que también sintonía. No obstante, no quiso «extraer ninguna conclusión precipitada». Eso sí, recalcó que su predisposición es «la mejor y constructiva». Eso no garantiza nada a Sánchez, ni siquiera que Iglesias prefiera apoyar a Mònica Oltra, de Compromís, como presidenta valenciana –le cae «más simpática» que Ximo Puig–, ni que forme un pacto parecido con Més en Baleares. «Tenemos una relación distinta [con ellos] y el diálogo se puede dar en otros términos». Eso es, que incluso podría entrar en sus gobiernos.
EL MUNDO – 29/05/15