Iglesias asegura que la renuncia es un «llamamiento» al PP y Cospedal acusa al Gobierno de sembrar el «caos» institucional
No hubo ni un gesto de acercamiento ni un atisbo de autocrítica a pesar del toque de atención de los tres magistrados del Constitucional. Apenas conocieron la renuncia de los tres juristas, populares y socialistas insistieron en culparse mutuamente del bloqueo en la renovación de la corte.
El secretario de Organización del PSOE, Marcelino Iglesias, no se dio por aludido, y aseguró que la dimisión era un «llamamiento» al PP «para que, de una vez por todas, actúe con responsabilidad» y manifieste «una voluntad de llegar a acuerdos» que permita lograr «la renovación». El dirigente socialista exigió al partido de Rajoy que muestre su «voluntad» para llegar a acuerdos, porque «llevamos así muchos años y permanentemente hemos encontrado en el PP dificultades insalvables».
El contrapunto vino de la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, quien aseguró que la renuncia demuestra que en España no hay «un liderazgo necesario en el Gobierno», lo que está conduciendo «al caos en todas las instituciones». Cospedal recordó que estos tres magistrados se marchan poco después de «la decisión que tomó (el Constitucional ) sobre Bildu, permitiendo su presencia en las elecciones del 22 de mayo». «Habrá que analizar lo que tiene que ver con esa decisión», insistió.
El secretario general de CiU, Josep Antoni Duran Lleida, manifestó que el PSOE y el PP «deberían avergonzarse de despreciar la Constitución». Agregó las tres dimisiones suponen «una apelación a los dos grandes partidos del Estado».
El diputado de IU en el Congreso, Gaspar Llamazares, instó a PSOE y PP a desbloquear la negociación para la renovación del Constitucional.
DIARIO VASCO, 14/6/11